Los días transcurrieron sin demora desde aquella mañana donde Esrael tomó por sorpresa a Kayn con aquella declaración y hoy, con el sol elevándose sobre el horizonte, un par de manchas blancas corrían por las calles en dirección a la "escuela". Una construcción más parecida a un antiguo teatro romano que a una escuela, la cual recibía y acomodaba gustosamente a gran cantidad de niños y niñas.
- ¡Kayn, espera!
- ¡Apúrate, ¿Cómo un Hijo de la Naturaleza es tan lento?!
- ¡¿Qué dijiste?!
- Jajajaja.
Habían pasado varias situaciones y Kayn había adquirido bastante conocimiento en el corto periodo que llevaba asistiendo a la escuela, uno de los más relevantes era el termino "Hijos de la Naturaleza" el cual era la forma correcta de llamar a los vulgarmente llamados, por los humanos, "Mitad-Bestia", aunque claro debido a los años y la relación particular entre ambas razas los Hijos de la Naturaleza no prestaban especial atención a la forma en que los llamaran, sin embargo Kayn prefirió corregir sus propios pensamientos y comportamientos.
La clase era impartida por un anciano de la Tribu Kami, la tribu de la madre de Esrael, un anciano con orejas ligeramente amarillas, además de pelo y barba de color blanca quien resultó ser el abuelo de Esrael, Lugos.
En los primeros días Kayn sintió ciertas miradas con diversos sentimientos detrás, sin embargo no todas eran dirigidas a él, no, mejor dicho la mayoría eran dirigidas a la persona a su costado, Esrael, pero como todas estas solo se quedaron en lo que eran, miradas, no hubo ningún accidente en especial.
Las "clases" a las que comenzaron a asistir habían empezado dos semanas antes de la llegada de Kayn y estas fueron impartidas sin distinción durante las próximas dos semanas, donde se hablaron y repasaron temas de conocimiento general para poner al día a los dos nuevos estudiantes, Kayn el nuevo niño y Esrael el pequeño atrasado un año, entonces fue el primer día de un nuevo mes donde los separaron en varios grupos, después de todo al final no todos los niños eran iguales y los puntos resaltables diferían de uno a uno.
Los Hijos de la Naturaleza, como era sabido, eran una raza inclinada a la fuerza física y por eso los genes intervenían en sus cuerpos haciéndolos desarrollar rápidamente. Al ver esto de primera mano, donde la mayoría de niños y niñas que los rodeaban parecían jóvenes-adultos, Kayn comprendió las inseguridades de Esrael, aunque personalmente no compartía tales sentimientos.
Los grupos en los que los separaron era justamente para este tipo de discrepancias entre ellos, por lo cual se formaron dos grandes grupos, aquellos con grandes cuerpos y fuertes físicamente fueron agrupados en el grupo Korper, y aquellos con distintas habilidades fueron al grupo Fern. Debido a que la mayoría de niños y niñas fueron enviados a la clase Korper esta también se dividió en grupos más pequeños para una mejor enseñanza, pero como no era relevante para Kayn o Esrael ninguno prestó más atención. Así mismo de los distintos "Maestros" que fueron asignados a todos los grupos, el abuelo de Esrael, Lugos, se volvió el responsable de la clase Fern, conformada por doce niños y niñas además del dúo.
Al día siguiente el "Nuevo" primer día de clases se llevó a cabo a espaldas de la escuela, un descampado en el cual se podía encontrar los comienzos o rastros de maleza y vegetación que pronto se transformarían en los grandes árboles del bosque tras ellos. Ese día tampoco tuvo grandes incidentes ya que se repasaron términos sobre el mana y los Factores Mágicos con los que Kayn y todos estaban familiarizados, sin embargo, si se tuviera que recalcar algo sería el gran grito que tuvo lugar casi al final de la clase, este fue tan inesperado que llamó la atención de todos.
- Por eso es común que las personas, como algunos de nosotros, que utilizan estos Factores o sustancias en nuestros cuerpo, cubramos nuestras cabezas o la gran parte de nuestro cuerpo, después de todo mostrar los cambios que poseemos o que ocasiona el Mana y los Factores en nuestros cuerpos podría llevarnos a un mal tiempo, por ejemplo...
Lugos observó atentamente a los jóvenes atentos, entonces señaló a una joven hermosa, de cuerpo delicado cuyo cabello negro parecían más bellas y delgadas plumas. Además de a un joven de aspecto astuto, cuyas pupilas rayadas y dos dientes sobresalientes te harían recordar a una serpiente.
- Señorita Shima, dígame de que tendría que tener cuidado si se enfrentara al Joven Ark en una pelea.
- ...
La joven llamada Shima, notablemente nerviosa, dudó antes de levantarse y asentir suavemente.
- Eh... e-e-e... y-yo tendría cuidado d-de su veneno...
Shima tartamudeo por los nervios y su voz fue tan suave que de no ser por la calma del ambiente entonces nunca se le podría haber escuchado.
- Tch...
Por otro lado Ark chasqueo los dientes antes de desviar la mirada hacia Lugos. Lugos solo recibió de vuelta la atención y aplaudió antes de continuar mientras asentía.
- Exacto, puede que se conozcan o no, sin embargo quiero creer que sus familias no les han hablado de estos temas y aún así descubriste con facilidad la mayor carta que podría revelar, ¿Entienden a lo que me refiero?
- ¡...!
Todos asintieron enérgicamente comprendiendo su punto y Lugos no pudo evitar pensar en lo tierna que es la juventud sin estar llena de músculos tanto en el cuerpo como en la cabeza, aunque nadie podría decir que ese pensamiento no era más que celos. Sacudiendo levemente la cabeza, Lugos continuó.
- Entonces, no sería justo que solo su compañero haya sido expuesto, aqui todos somos iguales, por eso ahora, por turnos, se levantaran y repetirán este ejercicio eligiendo a alguno de sus compañeros, por supuesto no se vale repetir. Comencemos por usted, joven Ark.
- Bien.
Ark se levanto y observó a todos, entonces sus ojos se fijaron en Shima, quien tembló ligeramente, entonces Ark sonrió audazmente y continuó con una pequeña venganza.
- Pues en su caso yo...
Así todos comenzaron con la pequeña dinámica que les habían encargado, sin embargo, nadie eligió a Esrael o a Kayn, dejándolos hasta el final donde una joven con la mitad de su cabello negro y la otra blanca, así como grandes garras y colmillos, no tuvo otra alternativa que elegir entre ambos, decidiéndose finalmente por Esrael.
- Yo tendría cuidad con su Asimilación, atacaría antes de que la mostrase y no le daría tiempo para moverse, después de todo es lo único que tiene para temer.
La joven miró fijamente a Esrael e incluso fue grosera, sin embargo lo que más llamó la atención de Kayn fue el hecho de que al momento de mencionar la Asimilación todos desviaron la mirada o temblaron ligeramente, incluso los que se mostraron más confiados, excepto la joven que hablaba, Kayn podía jurar que en ves de miedo pudo ver expectativa, como si sus duras palabras fueron exactamente para conseguir el enojo de Esrael.
- ¡Bien, tu turno Esrael!
- ¡Hump!
Notando las posibles verdaderas intenciones de la niña, Lugos intervino rápidamente y la joven se volvió a sentar mientras refunfuñaba.
- ¿Esrael?
- ...
Sin embargo, a pesar de las llamadas hacia Esrael o la provocación, este nunca respondió. Kayn sabía el porque de esto, ya que desde que todos comenzaron Esrael no había quitado su mirada de él y de hecho era incomodo, pero prefirió fingir ignorancia. Finalmente Lugos se acercó a su nieto y aplaudió frente a sus ojos. *Slap*
- ¡Ah! ¡Me asustaste!
- Culpa tuya por distraerte, tu turno.
- ¿Eh, ya?
- Sí, apúrate.
A Kayn le pareció graciosa la situación, después de todo Lugos se había comportado como un Maestro digno y recto, pero eso se había derrumbado en este pequeño intercambio que dejó en claro el cariño que le tenía a su Nieto. Entonces Esrael se levantó, mientras miraba fijamente a Kayn, sin embargo no importa cuanto esperaron, lo único que salía de Esrael era un ligero "Mmmmm", un quejido interminable que expresaba mientras movía la cabeza de aquí a allá observando a Kayn.
- ¿Esrael?
- Mmmmm...
Sinceramente Esrael tenía la respuesta desde antes de comenzar, después de todo la forma en como se hicieron "Amigos" aún estaba vivida en su cabeza, así que la respuesta era clara, "Su magia, sin duda debía tener cuidado de su Magia", sin embargo lo que le impidió decirlo fue lo vago que sonaba para si mismo, ¿Por qué? bueno, todos dieron respuestas acertadas y podríamos decir que "Exactas", a Ark el veneno, a Shima su magia de ilusiones, a los mellizos su coordinación especial, etc.
- Mmmmm...
Por eso era tan reacio a decirlo. Esrael había presenciado como Kayn utilizaba cinco atributos en su magia, por eso y su situación podía decir que su magia de tierra era ligeramente más débil que las demás, sin embargo no podía decir cual de los otros cuatro podría ser la "Especialidad" de la que más cuidado debía tener así que observó su cuerpo y buscó en él aquellas pistas que el mana o los atributos pudieran delatar, pero nuevamente no encontró nada sin importar cuanto miró.
- ¿Esrael?
- ¡Ah, di algo de una buena vez!
Entonces, con la paciencia agotada, Ark gritó enojado, su mano estaba firmemente apretada y temblorosa, pero nadie podía culparlo, así que solo se limitaron a ver a Esrael, quien más consiente volteó a verlos y observó una vez más a Kayn, donde por fin sus labios se separaron.
- Kayn... oye...¿Cuál es tu especialidad?
- ¿Eh?
Pero lo único que preguntó logró que la incredulidad escapara de boca de todos y Kayn pensó seriamente, "Este tipo es algo torpe... ¿verdad?"
- Esrael... de eso no va el ejercicio, debes pensarlo por ti mismo.
Dijo Lugos.
- ¿Eh? ¡Ah, ¿Qué dije?! Oh si... tiene razón, p-pero no puedo decirlo.... quiero decir, tu lo viste, ¿verdad?, puede utilizar los cinco atributos principales, por lo que podría decir su Magia, sin embargo su magia de tierra no era tan fuerte como las otras, por eso estaba pensando y buscando algo que me ayude, sin embargo no importa como lo mire, diría que su magia de Cristal ya que su cabello es como el mío, pero eso no estuvo entre las magias que usó, así que...
Esrael, nervioso, comenzó a hablar sin parar, Lugos trató de hacer que se calme, pero esto solo hacía que los ojos de su nieto giren sin parar y el temblor en su cuerpo aumente. Por otro lado Kayn tendría mucho que decir de esta situación e incluso de reírse, pero contrario a lo que se esperaría la verdad es que estaba callado y movía silenciosamente su mano a su cabello, donde tiró para arrancar algunos ejemplares y...
- ¡¿Qu-Qué?!
No pudo evitar gritar al ver que las palabras de Esrael eran ciertas.
- ¿Por qué? ¿Por qué?... ¡Oye Esrael!
- ¡S-Sí!
- ¡¿En verdad es blanco, no estoy viendo mal?!
- ¿No...?
- ¡Responde bien!
- ¡No, en verdad es blanco!
Kayn arrancó un par más de cabellos y siempre fueron blancos, sinceramente esto no debió significar un gran problema para él o para nadie, sin embargo su cabello castaño era heredado de su madre en este mundo y como tal había agarrado un especial cariño y orgullo de este, además, por la inesperada situación comenzó a pensar en, "Que tal sí no me reconocen", lo cual elevó la situación a una caótica y desesperada.
- Eh... n-niños...
- ¡¿Que voy a hacer?!
- ¿No siempre fue así?
- ¡No!
Lugos trató de intervenir, sin embargo los gritos entre Kayn y Esrael solo aumentaron hasta que finalmente ambos se llevaron un golpe en sus cabezas que los volvió a la normalidad y así transcurrió el día sin más incidentes.
En la noche Kayn habló con Esrael y con su madre sobre el problema, ambos tan nerviosos que fue divertido para Tsune, pero luego de escuchar y calmar a ambos habló de la poca importancia que esto tenía, ya que como madre no importaba de que color se pinte el cabello su hijo, ella está cien por ciento segura de que lo reconocería, sea ahora o en mil años.
Al día siguiente Kayn aún estaba un poco decaído, sin embargo ya no le prestaba tanta atención a esto y gracias a Esrael que mencionaba a cada momento sobre como ambos eran parecidos con una gran sonrisa, Kayn superó la situación rápidamente. Finalmente ambos comenzaron a asistir a clases todos los días, convirtiendo las mañanas en competencias para ver quien llegaba más rápido. Esto terminó con una racha ganadora de Esrael por siete a cero, sin embargo Kayn no se había dado por vencido y hoy, con la primera clase práctica, tenía la seguridad que los números comenzarían a cambiar.
Por otro lado, ajeno a estos dos, la gente de la tribu, quienes los miraban correr sin pausa todos los días, comenzaron a llamarlos "Invierno del Alba", ya que sus cabelleras blancas como la nieve recorrían toda la tribu de un extremo a otro cuando el sol brillaba a sus espaldas.