*********POV Kayn**********
Era injusto.
En el pasado afortunadamente fui alguien sobresaliente en cuanto a la aptitud física, por suerte tenía a personas a mi lado que lograron que yo jamás me desvié del camino, tanto a los vicios como a actitudes poco agradables, aunque si en ese entonces me hubieran preguntado si entendía a las personas que no compartían esta buena suerte... pues la verdad es que hubiera dicho que sí después de todo a pesar de la fortuna con la que contaba nunca flaquee u holgazanee, pero ahora que me encuentro en aquel extremo que yo "creía entender" me doy cuenta que haber respondido con un "Sí" solo me hacía ver como alguien egoísta e inmaduro.
Desde que podemos caminar en esta nueva oportunidad, tanto Abel como yo, hicimos todo juntos y fue entonces que me di cuenta de la diferencia de "fortuna" que había entre nosotros, pues ignorando el hecho de que somos niños y tenemos cuerpos de niños las diferencias entre ambos eran tan claras como el agua y el aceite, él era más ágil, más fuerte y más flexible a un nivel que yo demoraría días, meses o incluso años en lograr de forma natural. Sin embargo, pese a la gran diferencia que poseíamos yo nunca sentí celos o sentía que esto era una molestia, no, más bien estaba feliz por ello ya que tanto en esta vida como en la anterior siempre creí que ese tipo de fortuna debería tenerlo alguien como él. Sin embargo, una vez más, incluso Abel quien poseía tal gran fortuna adecuada para él palidecía ante lo que solo podía ser llamado "La Bendición" con la que contaban Hijos de la Naturaleza, pues niños menores que yo lucían más desarrollados y aquellos que deberían ser jóvenes en crecimiento lucían cuerpos largos y definidos, pero eso no era todo, incluso Esrael, quien fue objetivo de burlas y comentarios, Esrael quien poseía un cuerpo más delgado que el mío, incluso él superaba a Abel en todos los aspectos.
- ¡Gané!
- ...
Esrael gritó, él acababa de llegar al lugar que podríamos llamar salón de clases, el lugar donde todos los días recibimos clases desde hace siete días, el mismo tiempo con el que comenzamos una apuesta entre ambos, o bueno, un juego, sin embargo mi espíritu competitivo o la diversión sana o como quieras llamarlo, lo convirtió en un competencia en la cual estaba siendo arrastrado por el suelo y eso hacía arder con fuerza mi interior, aunque tal vez era el cansancio que no me daba tiempo ni de respirar, pues si quería por lo menos mantenerlo dentro de mi visión entonces tenía que dar todo de mi desde el inicio hasta final.
Enserio, solo puedo pensar "¿Por donde este niño es lento o débil?"
- Buenos días, Esrael.
- ¡Abuelo-argh!
El profesor, Lugos, caminó lentamente hacía el sonriente Esrael, quien usaba sus manos como visores para revisar la zona en mi búsqueda...
No pude escuchar las palabras que dijo, pero no tenía duda sobre lo que gritó el emocionado cachorro, pues ocurrieron los mismos acontecimientos que los días previos y el dedo de Lugos golpeó la frente de su Nieto.
- Haaa...haaa...
- Buenos días, pequeño Kayn, veo que aún continúan con su práctica matutina.
De la misma forma, al igual que los días previos, cuando su interacción terminó y Esrael hizo pucheros mientras cruzaba sus brazos y murmuraba "Le diré a mi mamá", llegué. Lugos me saludó sin demora, pero ni hace siete días ni ahora podía responder de inmediato, solo me limitaba a apoyar mis manos en mis piernas tambaleantes mientras trataba de recuperar el aire.
- ¡Oh! ¡Por fin llegas, te estuve esperando durante horas-argh!
Esrael dejó su berrinche y giró al percatarse de mi presencia, entonces habló al mismo tiempo que avanzaba para acercarse y burlarse un poco de mi demora, sin embargo su abuelo lo volvió a detener al igual que antes y, aunque de inmediato me vio con ojos suplicantes, solo puedo decir, gracias profesor.
- B-Buenos d-días...
- ¿Hum?
Aún tenía que recuperar el aliento, pero mi condición era mucho mejor así que me erguí para saludar como era debido, pero una voz de susurro e interrumpida llegó de mi espalda y solo pude voltear para encontrar a la joven a quien sabía que le pertenecía la dulce voz, Shima.
- ¡...!
Lugos solo sonrió cálidamente ante su saludo, mientras que yo asentí en respuesta, ya que Shima parecía ser bastante tímida, por otro lado Esrael solo se escondió detrás de su abuelo. Esto no era nada nuevo, pues aunque siete de los doce niños en esta clase, además de nosotros, eran sus hermanos, Esrael solo hablaba conmigo.
Una vez recibió nuestras respuestas, Shima pasó rápidamente y se fue a sentar.
- ¡Tch!
Sin dejar un solo segundo para descansar se escuchó un chasquido y nuestras mirada se voltearon para encontrar a Ark, quien era el siguiente en llegar. En el poco tiempo que convivimos, o mejor dicho, el corto tiempo que conocemos la existencia del otro, había comprendido que Ark era el típico niño problemático que encuentras en todo lugar, no sabía si era porque era mimado o por un gran ego proveniente de ser uno de los hijos del Jefe, aunque al final eso no importaba ya que por mi parte no quería tener nada que ver con él... aunque claro, esa no parecía ser su intención y eso volvía la situación en una difícil, aunque como no representaba un enorme o indeseable problema lo dejaba estar. En mi vida anterior había observado a niños, jóvenes y adultos como él, por eso sabía que no darle o darle demasiada importancia solo agravaría las cosas.
- Buenos días, joven Ark.
- ... Apesta...
Ark ignoró el saludo educado de Lugos y luego de mirarme de pies a cabeza murmuró para de inmediato pasar a mi lado mientras me chocaba con el hombro.
- Grr...
De inmediato se escuchó los gruñidos de Esrael y pudo verse como el "Gran matón" tembló por un segundo, sin embargo apretó su mano con fuerza y lo volteó a ver, al menos poseía un carácter admirable.
- ¡Q-Qué! ¡Es su culpa por estar en el camino!
Aunque por eso ver como era impotente ante el tierno Esrael solo lo volvía algo gracioso, dicho esto no podía dejar que Esrael cause un alboroto y así caminé hasta Esrael.
- Tranquilo, vamos a sentarnos.
- Pero...
- No importa, no querrás que nos regañen, ¿verdad?
- ...
- Vamos.
Al escucharme hablar e insistir Ark solo continuó su camino.
Dudó un poco, pero finalmente Esrael soltó la túnica de Lugos y salió de su "escondite" para comenzar a caminar juntos, giré brevemente para ver al abuelo y profesor, quien no dijo una sola palabra ante la situación y este sonrió antes de asentirme como diciéndome "Gracias", le devolví el asentimiento de cabeza y nos sentamos.
Los demás comenzaron a llegar y no ocurrió ningún otro problema, en parte porque nadie más nos presta atención y la otra porque Lugos caminó hacia el frente, acción que nos indicaba que estábamos por comenzar y aquellos que estaban por llegar tomaron prisa para llegar y sentarse en los troncos tallados como bancas o sillas dispersos ocupando una pequeña área en forma de media luna.
Al cabo de unos segundos.
- Bien, comenzaremos de inmediato.
Las clases hasta el momento me ayudaron a ser consiente de gran variedad de temas interesantes, desde la comunidad que formaban las distintas tribus de los Hijos de la Naturaleza hasta distintas interpretaciones, usos y funciones sobre el mana, sin embargo pese a lo interesante y útil que resultó, en mi yacía una duda, pregunta o simple inquietud pues si bien mi conocimiento aumentaba la verdad es que hasta ahora no había logrado tener un momento para ponerlos en práctica. La escuela comenzaba poco después del amanecer y terminaba antes del medio día, luego volveríamos con Esrael y comeríamos antes de repasar los conocimientos aprendidos mientras realizábamos las distintas tareas que nos dejaron, esto no solía tomar mucho tiempo por lo que aún había luz solar luego de acabar, entonces tomaríamos una pequeña merienda y saldríamos a jugar, pasear por los alrededores y luego volveríamos para cenar, finalmente, después de cenar practicaría la comunicación con mis Factores Mágicos mientras estoy acostado para finalmente dormir.
Mi rutina no era muy compleja, por lo que cambiar algunas horas de juego o turismo con horas dedicadas a poner en practica lo que aprendí podría haber sido posible, pero a pesar de ser consiente que utilizaba a Esrael como escusa, me mantuve sin cambios. Por otro lado no podía hacerlo antes de irme a dormir ya que pensaba firmemente que la práctica sobre la comunicación con mis Factores Mágicos era esencial para mí, no, más que eso esta comunicación representaba la "Base Principal" de mi ser.
Era por esa y muchas razones que ansiaba que llegara el día de hoy, pues al finalizar la clase el día de ayer nos dijeron que hoy por fin sería nuestra primera clase práctica y no solo yo, la emoción podía sentirse de todos los presentes.
- Entonces explicaré brevemente el contenido de la lección de hoy y luego partiremos para adentrarnos un poco en el Bosque Eterno.
- ¡Sí!
Todos respondimos enérgicos.
- En estos días discutimos la influencia que podía llegar a tener el Mana en nosotros, ya sea como un factor interno, los Factores mágicos, o externo, el mismo Mana. Así también todos nosotros, a diferencia de nuestros compatriotas, pertenecemos al pequeño grupo sensible a este y que poseen la caracteristica innata de utilizarlo de forma consiente e inconsciente.
Lugos comenzó a repasar brevemente lo que vimos en estos días pasados y, aunque sonó repetitivo, ni siquiera Ark dejó de prestar atención. Luego de unos cortos minutos, Lugos finalmente llegó al punto principal de hoy.
- Ahora, una vez recordado esto, lo que haremos hoy es dar y encaminar los primeros pasos necesarios para el uso consiente de los Factores Mágicos y del Mana que nos rodea, pero no se emocionen demasiado ya que aún tomara un tiempo para que les permita demostrar sus verdaderas habilidades.
- ... ¿A que se refiere?...
Preguntó Shima. Tal parece que fue de una forma inconsciente y si no fuera por la mala suerte de que todos guardaron silencio entonces esta pregunta se hubiera perdido en el viento, pero como incluso yo pude diferenciar las palabras entonces era obvio que para todos los demás fue claro como el agua.
- ¡...!
Shima se dio cuenta de esto cuando todos, incluyéndome, volteamos a verla ya que la pregunta que realizó fue sin duda la que todos nos preguntábamos al escuchar a Lugos, pero por su parte ella se sonrojó notablemente y cubrió su cara mientras miraba al suelo, aunque lamentablemente para ella su piel tan blanca y clara como la porcelana la hacía incapaz de ocultarlo.
- ¡Kuhum!
Dándose cuenta de la incomodidad que sentía Shima fue Lugos quien tosió y llamó la atención de todos y todos volteamos a verlo con esperanza de que responda, sin embargo sus palabras fueron cortas y un poco decepcionantes.
- Se los diré cuando lleguemos al lugar, ahora levántense y síganme.
De inmediato Lugos se levantó y caminó saliendo del lugar, de la misma forma todos actuamos sin demora y lo seguimos.
A la distancia, más cerca que lejos, se veían los enormes arboles tan gruesos como automóviles y un ligero temblor recorrió mi cuerpo al pensar en los sucesos que se llevaron acabo en ese lugar.
- Fuu...
Sin embargo, volteando a ver a mi derecha y observar al emocionado niño causante de mi temblor me hizo suspirar, aunque no sabía si era alivio u otro sentimiento, pero para apartar estos pensamientos inútiles por completo estiré mi mano y tiré de su mejilla.
- ¡Arrrgh! ¡Oye!
- ¿Qué?
- ¡¿Cómo que "Qué"?!
- ¡Esrael, guarda silencio!
- ¡...!
De inmediato Esrael quitó mi mano, pero su mejilla ya se había puesto colorada por el pellizco, debido a eso Esrael posó su mano sobre la zona afectada y levantó la otra para devolvérmelo, pero Lugos gritó y Esrael solo pudo mirarme con una cara resentida que decía "Me las pagaras" y por mi parte solo podía hacerme el desentendido mientras reía para mis adentros.