El juego comenzó.
Jugar uno contra uno significaba que había menos reglas a seguir. Eve Thompson sostuvo el balón, mirando a Anthony Charlie bloqueándole el paso. Incluso agachado, era más alto que la mayoría de las personas, parado allí como si fuera una montaña bloqueando su camino. Pero Eve curvó sus labios en una sonrisa pícara.
Los extranjeros solían ser altos y robustos, pero Eve no temía enfrentarse a Anthony. Golpeó el balón en el suelo, driblando con estilo, esperando confiar en su ágil juego de pies para pasar por Anthony. Pero su rápida rotación le permitió mantener el ritmo, y le arrebató el balón cuando no estaba mirando. Luego, hizo un tiro limpio y anotó.
—¿Qué...? —La voz de Eve se perdió en el sonido del balón atravesando la red.
Durante el juego, Anthony siempre le había pasado el balón y no había mostrado sus habilidades, así que Eve pensó que no era muy bueno en baloncesto. ¡Pero ahora se dio cuenta de que era todo un experto!