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Eve Thompson y Anthony Charlie salieron del coche juntos y se dirigieron hacia el edificio.
El Departamento Técnico en el octavo piso generalmente era inaccesible para los empleados comunes, pero esta situación era excepcional. Eve desconsideró el protocolo y subió corriendo.
Al llegar al octavo piso, vieron que todo el Departamento Técnico estaba iluminado, pero en realidad, solo había un hombre allí, de unos treinta años. Estaba un poco descuidado, vestido de manera informal, encorvado sobre su escritorio con las piernas largas sobre él, agarrando un teléfono celular con ambas manos, ocupado en algo. Se podía escuchar vagamente el sonido de un videojuego.
Al escuchar pasos, levantó ligeramente los párpados y echó un vistazo a Eve y a Anthony, luego los bajó de nuevo. —¿Quiénes son ustedes? No se permiten externos en el Departamento Técnico. —dijo indiferente mientras continuaba su juego.
