—Eve Thompson estaba un poco confundida.
—¿Cómo terminó el asunto recayendo sobre ella? —se preguntó.
—¡Y Anthony Charlie, por qué es tu tono tan indulgente! —exclamó, perpleja.
Al ver que todos la miraban, aunque no estaba clara la razón por la que Anthony pedía su opinión, rápidamente se le ocurrió una idea, su suave voz dijo:
—En la mente del señor Skay, para pedir disculpas por hacer algo malo, uno debe arrodillarse.
Peter Barton se quedó atónito y miró a Anthony Charlie con una expresión complicada.
El tono de Anthony era muy plano, pero el aura era asombrosa. Sus ojos negros como el carbón echaron un vistazo a Peter, quien inmediatamente entendió su intención.
Peter suspiró y explicó la situación a Skay en inglés. El rostro de Skay cambió al instante. Aunque gritó enojado, Peter lo sujetó por el hombro y exigió una disculpa de manera enérgica.