—Arrodíllate para disculparte y despídelos como castigo... —¡Es simplemente demasiado!
Eve Thompson entrecerró los ojos, sujetando el tenedor con cierta fuerza, haciendo que las venas del dorso de su mano se hincharan. Podía sentir la ira surgiendo en su cuerpo y su rostro se torcía hasta el extremo.
Anthony Charlie escuchaba las palabras de Skay como si oyera un chiste. Continuó comiendo tranquilamente, pero de reojo vio cómo la chica frente a él cambiaba de expresión.
Antes de que pudiera reaccionar, ella golpeó el tenedor en su mano contra la mesa con un fuerte "¡pum!" y de repente se levantó.
El tenedor de Anthony se detuvo en el aire y un destello de luz pasó por sus ojos. —¿Estaba tan enojada por él?
—Tú fuiste el que se coló en la fila y nos insultó primero, y nosotros nos defendimos después. Si alguien debería disculparse, deberías ser tú primero, ¿verdad? —dijo Eve Thompson fríamente.
Sus palabras firmes dejaron a todos en la cafetería en silencio por un momento.
