Mo Xicheng estaba apoyado tranquilamente en la puerta y escuchándola cantar.
—A quién le importa bebé, creo que quiero casarme contigo.
Su tono estaba completamente desafinado.
No sabía por qué, pero esa voz de ella no le parecía ruidosa. Al contrario, le resultaba algo tierna.
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Shi Nianyao normalmente no cantaba cuando se duchaba.
Pero cuando pensaba en ducharse en el baño de su ídolo… no podía evitar emocionarse mucho.
Así que no pudo resistirse y comenzó a cantar muy alto.
Se duchó durante una buena media hora, antes de tomar casualmente su toalla de baño y envolverse con ella. Luego, abrió la puerta del baño. Justo cuando estaba a punto de salir, dejó de cantar en shock.
Abrió mucho los ojos, sorprendida, y miró al hombre frente a ella con incredulidad.
¡Y Mo Xicheng estaba aún más sorprendido!
Todo en lo que se había concentrado era en ver la torpeza de Shi Nianyao al salir del baño, pero no había pensado que la gente suele estar desnuda después de ducharse.
