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Qiao Lian se detuvo y se quedó congelada.
Shen Liangchuan hablaba con una voz muy baja y suave, como si temiera que alguien los escuchara.
Por razones que ni ella misma conocía, tragó saliva, se quedó quieta fuera de la puerta y no volvió a entrar a la habitación.
Un pensamiento cruzó por su mente.
Si había una persona que estaba familiarizada con las cosas de la casa y que tenía acceso ilimitado al estudio de Shen Liangchuan… tendría que ser Song Yuanxi y casi nadie más.
Song Yuanxi… Song Yuanxi otra vez.
Tenía la molestosa sensación de que había pasado por alto algo mientras otro pensamiento se le escapaba en un instante.
Inmediatamente sacudió la cabeza. No, debería confiar en Shen Liangchuan. Shen Liangchuan había dicho que la culpable no era Song Yuanxi. Si él decía que no era ella, entonces no podía haber sido ella.
En cuanto al hecho de que Shen Liangchuan hubiera hecho esta pregunta ahora, seguramente tenía sus motivos para hacerlo.