Al escuchar estas palabras de Qiao Lian, Su Penghao se molestó aún más.
—¡Qiao Lian, está bien si tienes algo contra mí, pero no permitiré que hables así de Xiao Qiao!
—¡Confío en el carácter de Xiao Qiao y confío en ella! He comido un par de veces con ella y sí discutimos sobre juegos. Pero nunca hablamos de estrategias. Estos días he estado ocupado entrenando y ni siquiera he tenido tiempo de contactarla! Y esta estrategia de emboscada solo se me ocurrió anoche. ¿Ahora estás satisfecha con esta explicación?
—Y lo diré de nuevo. Desde que tomé la decisión de unirme a este equipo, lo haré mi hogar. Sin embargo Purple Fairy, que también es Xiao Qiao, es mi ídolo, así que confío plenamente en ella. Aunque la respeto mucho, ¡no traicionaré a mi club!
Después de hacer esta declaración, Su Penghao se dio la vuelta y subió las escaleras.
En su temperamento y furia, se parecía a un gato con el pelo erizado.
Qiao Lian no pudo evitar hacer una mueca ante su reacción extrema.
