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—Shen Liangchuan salió de la oficina de Qiao Lian con una expresión sombría.
Tenía la esperanza de que, al encontrarse con ella, ella podría arrepentirse.
Pero ahora...
Su expresión oscurecida revelaba una malignidad subyacente.
Nadie se atrevía a detenerlo mientras caminaba hacia el ascensor y entraba en él.
Entonces, justo cuando las puertas del ascensor estaban a punto de cerrarse, escuchó la voz de una mujer: "¡Espera!"
A continuación, una silueta se precipitó en el ascensor.
Shen Liangchuan había entrado solo. Ni siquiera levantó la vista en ese momento, además, se había puesto sus gafas de sol y la mascarilla para que nadie pudiera ver su expresión.
La mujer interrumpió sus profundos pensamientos: "Señor Shen, ¿cómo está? Soy una gran admiradora suya y lo he admirado durante mucho tiempo".
Al oír esto, Shen Liangchuan lentamente levantó la vista hacia Su Meimei.
