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El hombre iba vestido de negro y su piel era fría y clara. Sus ojos eran estrechos y agudos cuando no sonreía. Bajo su corto cabello ordenado, sus rasgos faciales eran tan exquisitos que no se encontraba ni un solo defecto. Sus distintos rasgos faciales eran firmes y claros. Era excepcionalmente guapo, pero no parecía en absoluto un afeminado.
Parecía más inalcanzable que la celebridad, Cen Bai. Hacía que la gente sintiera que no podían acercarse a él.
Las pocas personas de la escuela internacional que estaban viendo la diversión quedaron atónitas. Sus mentes estaban llenas con el pensamiento: ¡también querían a un chico tan guapo!
Entonces, escucharon la voz de Xue Xi.
—¿Te has quedado sin dinero?
—No —respondió él.
Xue Xi lo miró fijamente, sus ojos nebulosos llenos de sorpresa.
—¿Entonces por qué estás aquí?
Xiang Huai bajó lentamente la mirada. Sus largas pestañas proyectaron una sombra y parecía un poco solitario.
—¿Has revisado Weibo?
