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—Solo la Escuela Internacional de Secundaria de la Ciudad Bin sabía de esto. La mayoría de las otras señoras que venían a la casa de la señora Xia no sabían si era verdad.
Al oír esto, la señora Li, que estaba en la multitud, no pudo evitar decir —¿De verdad? He tratado con la señora Xue algunas veces. Ella no parece ese tipo de persona.
Alguien preguntó —¿Has tratado con la señora Xue antes?
La señora Li asintió —Sí, asistimos juntas a una exposición de arte. ¿No os lo dije antes? Resulta que la señora Xue es una verdadera maestra. Xu Fang tenía miedo de que las habilidades de la señora Xue fueran demasiado destacadas y la superaran, así que incluso le causó problemas. Al final, El Recluso vino en persona y ayudó a la señora Xue a limpiar su nombre. Ahora, la señora Xue es la presidenta de la Asociación de Arte de la Ciudad Bin.
—¡Es un maestro en el campo! Su educación debe ser buena.
