Una ardua lucha hasta hora por la sobrevivencia del protagonista lo llevó a enfrentarse a seres muy poderosos, obtener poder de los demonios y descubrió las raíces de la humanidad. Ahora, con sus amigos y un amor, entran a una zona desconocida para nosotros, donde les espera un camino de desesperación según las leyendas contadas: "el camino del Mictlán".
Nuestros amigos, luego de traspasar el manto de sombras negras, logran ver una luz muy brillante que los hace cerrar los ojos por unos momentos, para luego abrirlos y descubrir que están en un lugar con un poco de nieve, árboles secos y enfrente de ellos una gran montaña; esta montaña era tan inmensa que las nubes lograban tapar su sima, siendo imposible poder verla. Mientras caminan, nuestros amigos se preguntan de este gran lugar.
DANTE HERALDI: (mientras caminan) este lugar es inmenso; según lo que sé de este sitio, hay pruebas para poder llegar a ver al dios.
ELENA: Sí, en vida escuché relatos del Mictlán, un lugar muy lúgubre para cualquiera.
REX: Umm, pero ¿Qué es exactamente este lugar?
DANTE HERALDI: Si no me equivoco, esa montaña nos va a tratar de aplastar cuando la crucemos. Escalarla no lo veo muy sensato; es inmensa, parece no tener fin, cuantos milenios nos demoraremos en eso.
MALEKIN: Crucemos, conmigo aquí no hay problema.
Nuestros amigos han caminado por horas y la montaña sigue viéndose igual. Al parecer, la montaña es más grande de lo que a simple vista se ve. Mientras siguen avanzando, nuestros amigos notan algo raro: más adelante está una pequeña construcción en forma de quiosco de colegio con unas rejas como ventana, pero nada de puertas y dentro de la construcción está nuestro vendedor MORS, el cual saluda como de costumbre.
MORS: Hola, mortales, pensar que llegarían tan lejos fue un buen tiempo desde que no los vi, jajaja.
ELENA: DANTE ¿Quién es esta criatura?
DANTE HERALDI: Esta cosa animada es la muerte en persona, ELENA. Él nos ayuda por alguna turbia razón.
MORS: No seas así, me haces quedar mal ante la dama, jejeje. Señorita Vera, tengo un trato con la persona que puso a su amigo DANTE en este problema, así que sus problemas se volvieron míos, gracias por eso a propósito (se molesta un poco).
MALEKIN: Si el señor MORS está aquí, quiere decir que nos espera algo muy duro; también quiero agradecerte por las pociones salvavidas que me ayudaron mucho.
MORS: Umm (confundido) Bueno, no sé qué decir, generalmente nadie agradece a la muerte (un poco triste), y es muy irónico, pues yo no doy vida, pero gracias por el elogio.
DANTE HERALDI: En fin, MORS, que nos trajiste hoy, adelantándome a tu llegada, junté muchas monedas de oro, así que…
MORS: solo dos cosas.
DANTE HERALDI: ¿Qué?
MORS: Sí, solo dos cosas más aparte de lo que ya tengo y déjame decirte que la última te sorprenderá me costó mucho.
REX: DANTE, no te molestes, sabes que él nos ayuda.
DANTE HERALDI: Maldita criatura, espero que sean buenas; siempre traes de dos en dos las cosas.
MORS: ¡ey! soy la muerte, no creas que no tengo cosas que hacer, recojo almas cada 0.00000001 segundos en esta creación, y todavía hay el descaro de ofenderse. Que malo eres, hasta el perro tiene más educación que tú.
DANTE HERALDI: (se molesta) que dijisteis.
MALEKIN: Ya, DANTE, que nos tras MORS.
MORS: Bien, gracias, MALEKIN, lo primero y lo más simple, conseguí poción de energía para que puedan rellenar su mana o energía, como lo quieran llamar, es como la de salvavidas, pero esta te rellena toda tu mano, esta 5 de oro y la otra cosa útil es esto, el silbato del ángel, un instrumento que te permite traer un ángel guerrero para que te ayude, solo es para usarlo una vez y se romperá esta 100 de oro, ahora que dicen de mí.
Nuestros amigos quedan muy sorprendidos de este objeto; es un silbato pequeño de aproximadamente 10 centímetros, el cual tiene en el medio un dibujo, un círculo con un triángulo invertido y en el medio un ojo. Todos están sorprendidos y con la boca abierta tras tremenda revelación.
MORS: Además puedo mejorar tus armas si lo quieres.
MALEKIN: Esto es increíble.
DANTE HERALDI: ¿Cuántas de esas cosas tienes, Mors?
MORS: del silbato solo 1, y de la poción de salvavidas y mana me queda 1 de cada una y las demás si tengo muchas, te recomendaría que lo uses cuando te topes con el grandote del final de este camino.
DANTE HERALDI: Es una lástima que todo lo anterior lo gaste en el entrenamiento; si hubiera sabido la otra poción de salvavidas la hubiera guardado; ni modo, dame todo lo que te queda uno y de lo demás dame 5 de cada uno.
MORS: Bien, es un trato, también, ¿quieres que mejore tu arma?
DANTE HERALDI: Sí toma (le da su espada).
Mientras nuestros amigos esperan a que MORS mejore la espada kusanagi, nuestros amigos se sientan a un lado y hablan un poco del silbato.
ELENA: Es impresionante que esa criatura nos traiga eso.
DANTE HERALDI: Si lo sé, con esto se me hará más fácil salir de aquí, aunque es algo sospechoso.
REX: (meneando la cola) yo creo que nos ayuda por su beneficio; recuerda que le gusta el oro; démosle una oportunidad.
MALEKIN: Él nos ayudó, creo que está de nuestro lado, por mientras el problema es su amo BELL, que estará tramando. Ese silbato es muy poderoso, hay que cuidarlo bien.
Todos asienten con la cabeza y MORS los llama porque ya terminó de arreglar a KUSANAGI.
MORS: Bien, ya terminé. Ahora esta espada es más afilada, (suspiro) lo que costó jaja, consume menos energía, pero su poder destructivo aumentó. Ahora podrás tirar más "cortes sombríos". También es más resistente, modifique su núcleo (Se pone serio) El creador de esta arma también tenía poderes divinos; es increíble hasta donde el libre albedrio humano llega. Bueno, en fin, eso es todo. Serán 500 de oro, por favor (sonríe).
DANTE HERALDI: Un libre albedrio, espera que ¿500? Porque tanto, muerte abusiva ni en vida me quitaste tanto.
MORS: Oye, en serio, fue difícil modificarlo, para la otra esa espada llegara a estar a la par con las otras armas divinas, así que te cobraré más, prepárate para ese día, jeje.
Nuestro amigo DANTE renegando le da el oro y nota que de todo lo que tenía se quedó con la mitad. El vendedor le había quitado mucho de su oro. Luego de despedirse nuestros amigos siguen su camino, pero cuando estaban avanzando DANTE mira hacia atrás y antes de seguir avanzando DANTE usa "examinar" en MORS que estaba afuera de su puesto, dándose cuenta que ya puede ver su nivel, quedando muy sorprendido porque en ese marco aparece el número 999,999. DANTE se detiene de golpe y mira cómo MORS le sonríe y desaparece en una neblina junto a su pequeña vivienda…
REX: ¿Qué sucede DANTE?
DANTE HERALDI: (sudando) No…, nada.
Nuestros amigos después de caminar por dos semanas llegan a las faldas de la montaña, dándose cuenta de que hay una entrada y más adelante las paredes se empiezan a golpear contra ellas, como si de platillos de orquesta se trataran, pero es un camino recto y se logra ver el final. En el suelo incontables cuerpos humanos formaban una alfombra, y nuestros amigos se percatan que no están muertos, solo están heridos, pero difícilmente se mueven. El camino no es muy largo, pero los humanos ahí tirados quejándose y solo se mueven centímetros…
MALEKIN: Ya veo que este camino no es muy largo, pero las paredes que se mueven golpean a las personas que pasan dejándolas casi muertas y cuando llega el día siguiente sus heridas se recuperan e intentan avanzar, pero de nuevo las paredes los golpean y esto se repite, por eso no pueden avanzar esas personas ahí tiradas.
DANTE HERALDI: ¿Qué sugieres, MALEKIN?
ELENA: Esto es de pesadilla, si pudiera ayudarlos a todos.
MALEKIN: No se desesperen, solo pónganse atrás mío y agárrenme la túnica.
Nuestros amigos pasan agarrándose entre sus ropas formando una fila y MALEKIN crea una barrera morada que cubre a todos y pasan por encima de los cuerpos tirados en el camino. Las paredes proceden a hacer su trabajo, pero la barrera de MALEKIN se había vuelto muy fuerte. DANTE al usar "examinar" se da cuenta de que MALEKIN alcanzó el nivel 3mil y se queda sorprendido ya que él y REX están por el 2mil 700 mientras que ELENA está en nivel 800. Luego de esto nuestros amigos siguen cruzando sin ningún problema por este lugar…
Ahora por el momento nos dirigimos a otro lugar, ya al final de todo el camino, en un inmenso castillo con abundante fauna de aspecto azteca, donde en la sima, en una habitación a oscuras, tenemos viendo a una misteriosa criatura un caldero donde se ve el avance de nuestros héroes y piensa para ella misma…
CRIATURA DESCONOCIDA: Umm, estos mortales no son normales; quien los mandara ante mí, ¿tendré que detener su avance?, pero dudo que logren pasar al primer sol, no lo sé, ¿debería matarlos?, pero esto es una prueba y lo hacen bien; tengo curiosidad, ¿por qué una de esas bestias fuera de mis dominios los está ayudando?, por si las dudas mandaré criaturas a atacarlos y les pondré más difíciles estas pruebas. Algo me dice que ese infeliz de BELL está en esto, pero lo detendré o me dejo de llamar Mictlantekuti.
Frente a nosotros tenemos al dios de la muerte más despiadado de las historias, un ser con aspecto muy imponente, pero delgado con un rostro de cadáver a medio comer con ropas dignas de un rey azteca, el señor Mictlantekuti.
Regresando con nuestros amigos, ellos lograron pasar sin ningún problema por el camino, llegando así a otro lugar. En este ya no hay nieve y es un páramo, pero sin ninguna planta; todo eran rocas de un color particular, conocidas como obsidianas. ellos se quedan a un lado y se ve que también hay varios cuerpos de personas tiradas por todos lados con la piel cortada y algunos degollados, pero todavía vivos; el infierno está empezando a manifestarse.
DANTE HERALDI: Este lugar sí es muy peligro, todo tiene filo; ese mineral es obsidiana; el filo de esa roca es muy peligroso, pero cómo habrán terminado esas personas con esos cortes, es como si algo les hubieran sacado la piel como un degollador.
MALEKIN: Si miras en el cielo, ahí hay monstruos volando. DANTE, creo que ellos son los culpables.
Nuestros amigos se percatan que en el cielo hay varios monstruos volando de una apariencia de dinosaurio antiguo, pero con protuberancias saliendo de sus cuerpos, deformes hasta el asco, una pesadilla alada con garras muy afiladas.
ELENA: Podría ayudarlos con un hechizo que aprendí. Se llama "piel dura". Durante un rato puedo ponerle la piel tan dura como el metal.
DANTE HERALDI: Guau, no sabía que también podías tener poderes de apoyo, eres fantástica.
ELENA: (se sonroja) No digas eso.
REX: (meneando la cola) eres fantástica, tengo una idea, solo dame ese hechizo a mí y yo los llevaré en mi lomo con mi poder de "forma verdadera" así ustedes pueden pelear con esas cosas voladoras.
DANTE HERALDI: Buena idea.
MALEKIN: Bien pensado, REX.
DANTE saca de su morral unas botas a la medida de REX como algo de seguridad extra y ELENA procede a darle su hechizo de "piel dura" y salen a toda velocidad para llegar a la siguiente ubicación.
Nuestros amigos en el camino se dan cuenta que hay desenas de cuerpos caminando como zombis tratando de alcanzar un lugar. Mientras esas criaturas aladas cortaban y degollaban a las personas que caminaban por esa selva de cuchillas, nuestros amigos logran avanzar a gran velocidad defendiéndose de los monstruos alados y ya han pasado 50 minutos y los poderes de REX empiezan a debilitarse.
REX: Oigan, chicos, creo que estoy llegando a mi límite. Mi magia ya se está agotando.
DANTE HERALDI: Maldición, no quiero usar la poción; todavía aguanta REX.
MALEKIN: miren más adelante; hay un espacio vacío; es el único lugar donde no veo las rocas cortantes.
ELENA: Que bien, mantener este hechizo ya me está agotando también.
Nuestros amigos llegan a un espacio donde no hay nada de rocas cortantes y se tiran al suelo a descansar porque estaban sudando de los nervios.
MALEKIN: (jadeando) lo logramos… esas rocas nos hubieran cortado de inmediato si caíamos… Me he dado cuenta de que mientras más avanzamos, esas rocas rebosan de poder; quizás no nos mataran, pero sí nos harían mucho daño.
DANTE HERALDI: (jadeando) es increíble… que lugar de locura es este… pero menos mal que lo logramos.
VOZ MISTERIOSA: pensar que otras personas lograron llegar así de fácil a este lugar.
Todos se levantan de golpe porque la voz que sonó no la reconocieron y al voltear donde se escuchaba la voz resulta ser un humano algo viejo con harapos como ropa que les levanta la mano como saludándolos. Quién será este humano, muy pronto lo sabremos.