Las inhóspitas tierras del Mictlán, llenas de miseria y muerte para que el alma pueda descansar, ahora están siendo recorridas por nuestros amigos, los cuales ya llegaron a un lugar muy peligro, pero en el camino se encuentran con un hombre misterioso, quien será este sujeto, aliado o enemigo.
Nuestros amigos se topan con un hombre algo delgado de barba y pelo blanco cubierto por unos trapos como ropas, y se quedan viéndolo.
DANTE HERALDI: (usa "examinar" y no dice nada) umm, hola señor, ¿Quién es usted?
HOMBRE MISTERIOSO: Hola chicos, ¿Quiénes son ustedes?
MALEKIN: (mirando a DANTE) parece que te ignoro.
DANTE HERALDI: Eso puedo ver, señor; disculpe las molestias, pero ¿Cómo llegó usted aquí?
HOMBRE MISTERIOSO: Umm, que bonito está el día, ¿no creen? La verdad quisiera correr, pero por esas piedras no puedo, jajaja, y ustedes ¿Cómo llegaron aquí?
MALEKIN: (mirando a DANTE) Oye, otra vez te ignoro.
DANTE HERALDI: (molesto) Si… ya me di cuenta.
Todos lo miran algo ingenuo; parece que este viejo está algo senil y no puede comunicarse bien, y Elena prueba hablar con él.
ELENA: (le jala la ropa) Señor, disculpe ¿Cómo se llama?
El viejo la mira de arriba hacia abajo y le sonríe.
HOMBRE MISTERIOSO: O, espera, ¿eres tú MARTA? Tiempo sin verte, creo que tu esposo murió, ¿eso es verdad?
ELENA: No, señor, me llamo ELENA, como se llama usted.
HOMBRE MISTERIOSO: Umm… ¿Mi nombre?, mi nombre… déjame, espera si puedo recordarlo, sé que lo sé… Ya me acordé si me llamo GIORGIUS, si ese es mi nombre, un gusto y ¿ustedes quiénes son?
DANTE HERALDI: Señor, buenas, me llamo DANTE; ¿Cómo llegó usted aquí? ¿sabe algo de este lugar?
GIORGIUS: (mira a MALEKIN y REX)… El perro me gusta, me parece conocido y este grandote no sé quién sea, pero parece buena persona. Me podrían decir donde estamos.
MALEKIN: (mirando a DANTE) Oye, como que te ignoro de nuevo.
DANTE HERALDI: (molesto) Maldito viejo que tienes conmigo, yo no le hecho nada.
Dante lo agarra de las ropas y lo samaquea, pidiendo explicación de por qué lo ignora.
GIORGIUS: (apenado) Perdón, perdón, te confundí con alguien más, pensé que eras otra persona.
Luego de que las cosas se calmen, conversan sobre este lugar y el viejo no recuerda cómo llegó a ese lugar y que siempre estaba vagando…
GIORGIUS: Sí, la verdad, no sé cómo llegue a este sitio; lo último que recuerdo era que estaba caminando por un lugar donde llovían flechas y ahora estoy aquí, jeje. Al parecer sufro de la memoria y ustedes ¿adónde se dirigen?
REX: nosotros tratamos de salir de este lugar para poder llegar donde se encuentra el rey de este lugar.
GIORGIUS: (se soba los ojos) Jeje, ya estoy muy senil, disculpen. El perro acaba de hablar.
Todos asienten con la cabeza.
GIORGIUS: ¡QUE! Pero si los perros no hablan donde demonios estoy, espera, creo que si hablan no lo sé. Me parece muy familiar este tema.
DANTE HERALDI: Señor, no está consciente de donde está; está en el infierno; usted murió.
GIORGIUS mira a DANTE por unos segundos y se dirige a MALEKIN.
GIORGIUS: Señor, sabe dónde estamos (MALEKIN se apena porque ignoro a dante).
DANTE HERALDI: (en su mente) Maldito viejo, yo lo mato.
MALEKIN: Verá, señor, usted creo que murió porque nos encontramos en el infierno, estamos buscando una salida, la verdad yo soy un demonio (se baja su pañuelo y se lo vuelve a subir) y este perro puede hablar porque este lugar lo permite.
GIORGIUS: (impactado) ¡NO PUEDO CREERLO!, esperen mi recuerdo más antiguo, a ver, si yo estaba vivo, umm juraría que estaba paseando por un bosque, bueno, en fin, ¿Cómo salimos de aquí, muchachos?
Todos se quedan sorprendidos y se sorprenden más de lo fácil que aceptó su destino el viejo. Pasado un tiempo, nuestros amigos recuperan su energía y deciden llevarse al viejo con ellos porque no querían dejarlo tirado en ese sitio así sin más. El anciano les agradece y proceden a hacer el mismo plan de la otra vez montados todos en el lomo de REX y en el camino, mientras se defienden de las criaturas voladoras, el anciano les cuenta algo interesante.
GIORGIUS: Es increíble lo de que el perro se haga grande, jaja, ha, pero esas cosas que vuelan se me hacen interesantes; creo que muy aparte de esas cosas, hay otra cosa del cual deberíamos cuidarnos; siento su presencia.
DANTE HERALDI: Umm, un momento tienes razón.
DANTE siente un poder corriendo por el campo y usa "localización" para poder ubicar al enemigo cuando se da cuenta. Esta cosa estaba corriendo cerca de ellos, al darse cuenta de su aspecto se horrorizan; era como un pequeño dinosaurio parecido a los velociraptores pero de piel humana con grandes cuchillas en vez de mano y su cabeza era de un monstruo deforme, en su cabeza una gran boca con dientes de tiburón. A nuestros amigos solo les queda ahuyentar a la criatura. DANTE procede a sacar su katana y procede a tirarles "cortes sombríos" para matarla, pero la criatura era muy rápida y esquivaba con mucha facilidad.
El anciano se levanta y dice unas palabras.
GIORGIUS: Ahora que me acuerdo, yo soy mago y tengo algunos trucos. Haber… Déjame acordarme.
Mientras el viejo hace memoria, todos se dan cuenta que no tiene ropa y se sorprenden de este hecho.
DANTE HERALDI: (sorprendido) ¡OYE VIEJO PERVERTIDO DONDE ESTA TU ROPA!
GIORGIUS: JAJAJA no tengo la menor idea, espera, ya me acorde de algo.
El anciano levanta sus manos y sus ojos se ponen blancos y una especie de círculo se forma en sus muñecas del anciano, el cual tenía un aura muy poderosa. Justo cuando la criatura salta ferozmente para atraparlos, una especie de portal teletransporta a la criatura lejos de la vista de nuestros amigos, y todos se quedan sorprendidos. Nuestro anciano regresa a la normalidad riéndose.
GIORGIUS: JAJAJA, menos mal que me acorde de este hechizo; oye, perro, acuérdate de la palabra "exil", por mí esa palabra es la clave para este hechizo; a mí se me olvida.
REX: De acuerdo, pero ¿Dónde lo mandasteis?
GIORGIUS: La verdad, no tengo ni idea, pero fusiono verdad a caray ¿por qué hace frío de repente?
DANTE HERALDI: Oye, viejo, toma (Dante saca ropa parecida a la antigua de su morral), no vuelvas a quitártelo.
GIORGIUS: Umm, gracias.
DANTE HERALDI: Y a propósito que era esa cos…
GIORGIUS: Oye, perro, gracias por tu gran estabilidad.
MALEKIN: (mira a dante apenado) parece que te ignoro de nuevo.
DANTE HERALDI: (molesto) maldito viejo
ELENA: Miren, amigos, ya veo el final.
Nuestros amigos se acercan al final de este lugar. A lo lejos se ve una especie de entrada a una cueva y mientras corren para llegar al final. Nos dirigimos a un año en la historia muy aparte a los acontecimientos de esta historia para poder ver el paradero de la bestia desaparecida…
Finlandia 1942, en las zonas montañosas de Ivalo, en pleno auge de la segunda guerra mundial, un grupo de soldados rusos cruzaban el lugar, con algo de miedo por las terribles historias contadas por los lugareños. Ya más adentro de las montañas, el pequeño pelotón decide acampar. Luego de un rato todos los campamentos están listos y proceden a dormir. En la carpa principal del campamento hay una conversación; una mesa en el medio muestra a 3 personas conversando.
CAPITAN: Este lugar me trae un mal presentimiento.
SOLDADO 1: (suspiro) Aparte del frío, tengo escalofríos por todo lo que nos dijeron esos pobladores.
SOLDADO 2: Son solo patrañas; no creo nada de lo que dicen esos pobladores, pero algunas leyendas hablan de un monstruo llamado SURMA, es interesante, pero descabellada a mi parecer. Esta es la vida real, no cuentos de hadas.
CAPITAN: Lo sé, esto no es un juego de niños, pero no hay que subestimar a la naturaleza, soldado, hay que ponernos a vigilar, este mundo tiene cosas muy interesantes, te diré.
Luego de un rato, siendo las 03 de la mañana, un extraño portal se abre en el bosque cerca del campamento militar, un extraño portal raro, pero conocido para nosotros, del cual sale la criatura, la cual el viejo había mandado a otra dimensión; al parecer no solo lo había movido de dimensión, sino también a través del tiempo.
Unos segundos pasaron para que en el lugar se escucharan unos gritos de horror en la madrugada; a la mañana siguiente un grupo de soldados finlandesas al percatarse de una columna de humo que salía del bosque se dirigieron al punto, encontrando un macabro hallazgo: todos los soldados rusos mutilados y degollados, a algunos les faltaba una extremidad y en las ramas de un árbol colgaba una piel humana. Este incidente se conoció como "el monstruo de Ivalo" o la cosa que mutilaba, el resto es historia y de la criatura nada más se supo.
Volviendo con nuestros protagonistas, ellos se encuentran a la entrada de la siguiente prueba del Mictlán. Al entrar a la cueva todo se pone brillante y al despejarse ahora nos encontramos en un lugar inmenso, hecho de rocas con aspecto incaico. Era como una habitación, pero inmensa. Las paredes, pisos y techo estaban compuestos de rocas y había agujeros por todos sitios. De la nada de los agujeros salen incontables flechas que se alzan por los aires y caen como si de lluvia se tratase. MALEKIN en un movimiento rápido activa una barrera roja, pero esta se empieza a quebrar poco a poco y a nuestro amigo solo le queda usar su barrera más fuerte que es la morada.
MALEKIN: Qué sitio más molesto; estoy gastando poder muy seguidamente y no hay cuando se detenga.
REX: si no fuera por ti estaríamos muertos en estos momentos, eso sería lo más probable.
ELENA: No creo que ese sea el caso. Miren a su alrededor; hay gente aquí también, están tiradas y atravesadas por las flechas, pero ninguno está muerto. MALEKIN, ¿podrás aguantar con la barrera hasta que lleguemos al final?
MALEKIN: No se creó que sí, pero por el momento estoy bien.
GIORGIUS: ¡ESPERA!
Todos se sorprenden del hablar inesperado del viejo.
GIORGIUS: Sí, ahora que me acuerdo, yo puedo ayudar. Si te sientes cansado, me dices para recuperar tu fuerza; creo que tengo un hechizo para eso.
MALEKIN: En serio, gracias te diré cuando me sienta cansado, más bien acuérdate el hechizo antes que sea tarde, ¿te parece?
Nuestros amigos caminan por el lugar protegidos por los escudos de MALEKIN y avanzan tranquilamente por el camino. En el camino, el viejo se sale varias veces del escudo de MALEKIN y las flechas le rompen la ropa, dejándolo calato, y DANTE tiene que rescatarlo. El viejo le agradece, pero le deja con la palabra en la boca como de costumbre y DANTE se molesta. Luego de caminar por barias horas llegan a una especie de casa echa de piedra y rápidamente entran al lugar.
DANTE HERALDI: Me parece raro que allá una casa en medio de este infierno de flechas; parece que esto indica la mitad de nuestro viaje en este lugar; es como en el otro sitio, ¿ustedes qué opinan?
REX: Sí, parece raro.
ELENA: Algo sospechoso, pero qué suerte no crees (sonrisa).
MALEKIN: Sí, pero qué suerte. Señor GIORGIUS podría usar esa habilidad que dijo para recuperar energías.
GIORGIUS: ¿Qué habilidad?
MALEKIN: (apenado) La… que dijo que tenía para recuperar energía.
DANTE HERALDI: Viejo senil, lo que dijiste hace rato para recuperar energía.
GIORGIUS: (mira a Dante entrecerrando los ojos) umm… ¿Y tú quién eres?
DANTE HERALDI: (molesto) lo haces a propósito, ¿verdad?
REX: Señor GIORGIUS, nos dijo algo de una habilidad para recuperar energía, como la palabra que me dijo de "exil".
GIORGIUS: HAAAA… haberlo dicho antes, si ya me acorde, a ver MALEKIN ven.
El viejo dice la palabra "cuas" y un aura azul aparece alrededor de MALEKIN el cual le devuelve toda su energía en segundos.
MALEKIN: Esto es increíble; (en su mente) ¿Quién será este viejo?
Luego de descansar un rato proceden a seguir con su camino, tras horas de avanzar por el lugar sin ninguna complicación, al final encuentran otra cueva para poder pasar, pero justo cuando están a punto de entrar, una serpiente gigante aparece y nuestros amigos tienen que pelear con ella. La lucha no dura mucho y vemos que el viejo otra vez está sin su ropa y ELENA se tapa los ojos y DANTE le tira en la cara otra muda de ropa igual a la que tenía.
GIORGIUS: jajajaja, gracias por encontrar mi ropa, pensé que eras mala persona, pero veo que no.
DANTE HERALDI: (suspiro) Viejo, no sé con quién me estás confundiendo, pero soy tu aliado por el momento, claro y…
GIORGIUS: Oye, perro, tienes algo de comer.
REX: (apenado) He… no, señor GIORGIUS.
MALEKIN: (mira a dante) lo hizo de nuevo.
DANTE HERALDI: (molesto y suspirando) ese viejo miserable.
Nuestros amigos nuevamente se adentran a la cueva y al salir esta vez sienten un frío inmenso; una tormenta helada sopla delante de ellos y no los deja avanzar. MALEKIN los envuelve a todos con su barrera morada y DANTE saca de su morral ropas de invierno para darles a todos y así logran avanzar. Después de caminar un rato logran avistar una pequeña cueva y deciden entrar en ese lugar. Al entrar descubren que es una cueva muy grande y quedan sorprendidos.
DANTE HERALDI: Qué lugar tan grande, esperen, miren ahí adelante.
Nuestros amigos ven que dentro de la cueva hay un poso y cuando se asoman a ver muy abajo logran ver una persona que estaba pidiendo ayuda.
PERSONA MISTERIOSA: HOLA, hay alguien arriba; podrían ayudarme a salir.
Nuestros amigos se miran las caras, pensativos si ayudarlo o no; quién será este sujeto, pronto lo sabremos.