Ya han pasado varios meses desde que nuestros amigos salieron de ese pueblo; ahora avanzan por el desierto y, después de largos metros, encuentran un pequeño árbol todo seco, pero era grande, haciendo algo de sombra, y ahí se sentaron un rato.
MALEKIN: Oye, HERACLES, quisiera saber más de ti. ¿Cómo es que el otro humano te dijo? Que eres un... ¿Cómo era? Ah, sí, héroe, eso mismo.
HERACLES: Bien, creo que ya tenemos la suficiente confianza para hablarte de eso. Verás, yo vengo de un mundo donde los hombres tenían más comunicación con los dioses y yo soy un semidiós, pero ahora solo soy un mortal; parece que ese humano conoce a otro yo.
MALEKIN: Espera, ¿cómo que otro yo? No es que solo haya un mundo y un universo.
HERACLES: No, la verdad, no he estado mucho tiempo en este infierno, y he escuchado muchas cosas, lo que confirma mis sospechas. He salvado muchos humanos y ellos mismos me han confirmado. Parece que existe algo llamado multiverso donde hay varias versiones de todos nosotros, pero hay muchos infiernos para todos esos multiversos; la vida y la muerte son algo muy común, pero nosotros somos proteínas para estos monstruos. Pero bueno, dejando eso a un lado, yo vengo de un mundo donde no logré convertirme en un dios; siendo sincero, me tendieron una trampa, la maldita diosa HERA me hizo enloquecer (triste) y maté a mi propia familia. Para perdonarme, un rey me mandó hacer 12 trabajos, pero llegando al último, que fue una locura, tenía que sacar a Cerbero, un perro de 3 cabezas del Hades, para poder terminar el trabajo, pero cuando estuve a punto de hacerlo, el rey del inframundo, HADES, me agarró; en esa batalla no tuve oportunidad y lo peor de todo fue que HERA estaba con él y entre los dos dioses acabaron conmigo haciendo que Cerbero me comiera y lo último que supe fue que aparecí aquí en este infierno, el cual no es mío. En parte agradezco eso porque si no, el maldito de HADES me hubiera torturado por la eternidad. Bien, chico, y esa es mi historia.
MALEKIN: Gua, tú no eres alguien normal, pero sí que eres interesante y muy fuerte. ¿Me puedes contar más de tus historias en ese mundo?
HERACLES: (contento) Claro, MALEKIN, nunca tuve alguien con quien compartir esto. Ahora te contaré de la vez que peleé con el león de Nemea.
Nuestros amigos se quedan un buen tiempo contando historias hasta que llega la noche y siguen avanzando por el desierto. Después de un tiempo caminando, se retiran a una cueva para dormir. Ya al día siguiente, siguen avanzando y se encuentran con una persona tirada en el desierto. Al verlo bien, era RENJIT, pero estaba solo para este tiempo. MALEKIN ya era grande, siendo del tamaño de HERACLES; levanta a RENJIT del suelo y lo golpea un poco para que se despierte.
RENJIT: (abriendo los ojos) (Se asusta al ver a MALEKIN y salta hacia atrás.) ¿Quién eres tú? Y… Tú, espera, tú eres HERACLES (se arrodilla en el suelo). ¿Quién iba a pensar que tú me encontrarías? Bien, si eres tú, estará bien; ¿podrías matarme, por favor?
MALEKIN se amarga y lo golpea, tumbándolo.
RENJIT: ¿Por qué mierda hiciste eso?, ¿Quién rayos eres tú?
MALEKIN: Tú, bastardo, ¿cómo rayos te rindes tan rápido? ¿Crees que así de simple te puedes librar de tu vida?
RENJIT: ¿Y tú qué sabes? Crees que es fácil tener en tu conciencia la muerte de varias personas y vivir solo; casi me vuelvo loco estando yo solo, crees saber mi dolor, tu maldito monstruo.
HERACLES: Ey, detente, MALEKIN, ya déjalo. A ver, explícate, RENJIT. ¿Qué pasó con los que te acompañaban? Y… ¿Qué te pasó a ti?
RENJIT: (llorando) Yo te dije que nos ayudaras, no somos alguien que pelee como tú, pero ¿por qué nos abandonaste?
HERACLES: No me culpes de sus mierdas; ustedes no se merecían que les protegieran. ¿Dime de una vez qué te pasó?
RENJIT: (lo mira mal) Bien, maldito, después que nos fuimos, pasó 1 mes y estábamos bien hasta que nos encontró un demonio que se hacía llamar BACON. (Se miran la cara MALEKIN y HERACLES). Este monstruo parece que se dirigió al pueblo donde estábamos y, en su camino, nos mató sin piedad. Yo solo aproveché cuando estaba matando a todos para huir; ni siquiera se molestó en perseguirme. No sabía qué hacer en verdad (desesperado).
HERACLES: Bueno, decide ya, ¿quieres morir o vivir? Depende de ti.
RENJIT: Eres de lo peor (se resigna). Okey, tú, ganas; solo acaba conmigo, por favor, hazlo rápido.
MALEKIN: (Lo levanta agarrándole el cuello). Así de fácil quieres acabar, ¿en serio? Sí, hubo un tiempo en que yo me rendí y sé que no soy nadie para reclamarte, pero gracias a alguien que tuvo fe en mí, yo de nuevo pude volver a vivir y pasé por mucho. Crees que yo me rendí a pesar de todo lo que viví.
RENJIT: (adolorido) ¿Y quién mierda eres tú?
MALEKIN: (Se quita el pañuelo) Ahora me recuerdas.
RENJIT: Tú, acaso... ¿Eres el pequeño demonio? Tú sufrirías más que nosotros los humanos.
MALEKIN: Así es, ahora dime si quieres morir de nuevo.
RENJIT: (llorando) ¿Cómo es posible esto? ¿Cómo sobreviviste? Espera, ¿tú lo ayudaste? (señalando a Heracles) ¿Por qué? Sí, tú no ayudas a nadie.
HERACLES: La verdad solo ayuda a los que quieren vivir por sus propias manos; él demostró que sí quería vivir y tú, ¿qué me dices?
Molesto, RENJIT le dobla un dedo a MALEKIN para que lo suelte y MALEKIN suelta a RENJIT y retrocede.
RENJIT: (mirando a HERACLES) Bien, si quieres probarme, te reto a una pelea y veremos quién tiene más ganas de vivir.
HERACLES solo asiente con la cabeza y MALEKIN se aparta; los dos se ponen frente a frente y RENJIT procede a golpearlo, pero HERACLES ni se inmuta recibiendo todos los golpes de RENJIT que no le hacen ningún daño. HERACLES lo golpea lanzándolo unos metros; RENJIT se para y agarra una piedra para tirarle a HERACLES. Esta vez HERACLES esquiva el ataque y golpea duramente en el estómago a RENJIT, pero él no se da por vencido y muerde la pierna de HERACLES. Esto hace que reciba una patada en la cara, pero él no lo suelta. HERACLES, sorprendido, lo sigue pateando y RENJIT no lo suelta. Después de un tiempo, le logra arrancar un pedazo de carne a HERACLES, pero él ya estaba muy dañado de su cara y se encuentra desmayado. HERACLES lo mira y ve que ha durado mucho y le sonríe. Al día siguiente, con sus heridas ya sanadas, RENJIT se despierta de golpe.
RENJIT: ¿Qué pasó?, ¿perdí, verdad? (triste)
HERACLES: Sí, pero eso no quiere decir que no te acepte. Lo lograste; demostraste que quieres seguir viviendo, suerte la tuya (sonriendo).
MALEKIN: Bien por ti, RENJIT, ahora sabes que es aferrarse a la vida para seguir avanzando.
RENJIT los mira y empieza a llorar y les agradece. Luego de un tiempo en que las cosas se calmaron, siguen avanzando ahora los 3 como buenos compañeros. Ahora ya han pasado 5 meses, para ser exactos. Nuestros amigos llegaron hasta una intersección media rara, donde estaba escrito Mictlán y más adelante se veía una cueva intensamente oscura.
MALEKIN: ¿Qué rayos es esa cueva?
HERACLES: Por los informes de otros humanos que escuchen, ese sitio es muy peligroso; ahí está el camino al rey de este sitio. Eso es todo lo que sé.
RENJIT: Es interesante. ¿Ustedes creen que deberíamos entrar?
HERACLES: No, creo que seguiremos avanzando para el otro lado.
Después de una gran distancia, nuestros compañeros se quedan en un lugar muy apartado de esa cueva y se sientan en un lugar donde había muchas rocas por todos los sitios y hacen una fogata con toda la madera seca que había en ese lugar y siempre escuchando a lo lejos muchos lamentos; después de todo, están en el infierno.
HERACLES: Sabes, es extraño nosotros 3, ¿quién lo diría? Ustedes me han hecho cambiar un poco mi forma de pensar; es bueno viajar en compañía a veces.
MALEKIN: Sabes, estaba pensando, en este sitio que tiene varios materiales, podemos armar una ciudad para nosotros y traer a los humanos aquí para protegerlos.
RENJIT: Umm, podría ser. Ya con nuestras fuerzas podríamos ser amos de un lugar, ¿no crees, HERACLES?
HERACLES: (suspiro) Déjenme pensarlo; mañana les daré las respuestas.
Nuestros amigos se van a dormir, cada uno por su lado, y HERACLES se sube a una gran roca a pensar. A la mañana siguiente, HERACLES sigue en esa roca y de abajo lo miran los dos, MALEKIN y RENJIT.
MALEKIN: ¿Qué crees que dirá HERACLES?, RENJIT.
RENJIT: No sé, pero creo que él ha cambiado en estos días que hemos estado juntos.
De la nada cae al suelo HERACLES y los mira seriamente.
HERACLES: Saben, hemos estado mucho tiempo y creo que este lugar merece un gran cambio, así que estoy de acuerdo con su idea; hay que hacerlo.
Los dos se alegran de la decisión. HERACLES, a un lado, estaba recordando a su esposa, que una vez le dijo que su fuerza era para proteger; por alguna razón lo había olvidado, quizás por su melancolía que sentía, pero lo recordaba. Ya ha pasado 1 año desde que surgió la idea y los amigos lograron terminar; la ciudad era inmensa, parecía salida de un sueño. Ellos 3 habían armado esta inmensa ciudad y pretenden llenarla. Después de un rato se dirigen al palacio a conversar, que es lo que seguiría. Ya sentados en una sala, empiezan a hablar.
HERACLES: Bien, señores, ahora que la ciudad está terminada, nos llevó un buen tiempo, más sin tener herramientas adecuadas, pero nos las ingeniaremos, bien por nosotros, así que ahora qué es lo que sigue; los escucho.
RENJIT: Yo propongo que exploremos por separado y encontremos cosas para llenar esta ciudad y rescatar a los humanos que nos sea posible.
MALEKIN: Él tiene razón, tendríamos que ser muchos para proteger esta ciudad de los futuros demonios que quieran atacar. Hay que ser realista: esta paz no durará; estamos alejados de los campos de tortura, pero nunca hay que bajar la guardia.
HERACLES: Tiene mucha razón; mañana todos nosotros nos iremos. Los reconozco como personas muy fuertes; su entrenamiento a lo largo de estos años veo que ha sido espectacular, así que confío en ustedes. Eso sería todo por hoy; ya lo tenemos muy claro.
Al día siguiente todos salen a explorar; después de 10 meses regresan con algunos humanos. RENJIT fue el primero, trayendo como 10 humanos; luego HERACLES, que solo traía 2 humanos; y tercero fue MALEKIN, que no traía a nadie. Los 3, una vez que acomodaron a los humanos, se dirigen al palacio para hablar de lo sucedido.
HERACLES: Bien, es hora de escuchar sus informes.
RENJINT: Me fui muy alejado hacia el sur. No creerán lo que encontré: un enorme río; se podría decir que no tiene fin. Ahí hay un monstruo, una iguana gigante. Tuve que salir corriendo de ese lugar. Cuando regresaba, encontré una colonia de demonios donde torturaban humanos, donde rescaté a varios de ellos. Tuve que sacrificar algunos para poder escapar. Logré matar algunos demonios, no sabría qué más hacer y luego vague con los supervivientes buscando más, pero luego de meses me retiré a la ciudad.
MALEKIN: Interesante, ¿hay algo más de qué hablar?
RENJIT: O si unos humanos me dijeron que los demonios hablan de una isla terminando ese río, pero no estoy seguro, ya que no veo más que agua; parece un océano.
MALEKIN: Umm, interesante, yo podría haber rescatado a muchos, pero no pude. Encontré un gran bosque, era misterioso, entré en ese lugar y me perdí, pero encontré cosas interesantes ahí. Hay monstruos muy fuertes; estuve peleando por meses en ese lugar. También encontré un dios muy poderoso, me ganó en un instante, pero no me mató, eso fue lo raro, solo dijo que esperaba verme algún día. También, mientras estuve con ese dios, logramos ver a otro ser muy poderoso; se hace llamar BELL, pero solo nos molestó y se marchó. Logré salir de ahí, me costó mucho, hasta que aprendí una técnica muy interesante y aquí me tienen, nada más que reportar.
HERACLES: Todo lo que dicen es interesante, así que al sur buscar hay un gran río y al oeste este ese gran bosque que dice MALEKIN, pero lo más importante es lo que tengo que decirle: yo tenía 5 personas que traer; lo que pasó es que unos demonios me atacaron y eran muy poderosos. Lo más importante es que dijeron que hay un maldito rey mucho más fuerte que ellos. Eso sí es molesto, hay que entrenar más y volvernos más fuertes y hay que buscar más gente. No sé si más imposibles, ¿qué me dicen?
RENJIT: Me parece bien, pero recuerda que no todos los demonios son buenos; quizás deberíamos dejarle este trabajo a MALEKIN. Él debe saber cómo tratar con ellos; después de todo, él se enfrentó a un dios.
MALEKIN: Sí, para mí no hay problema; ustedes sigan entrenando y cuidando con todo este lugar.
HERACLES: Bien, todo está decidido; estos meses nos dedicaremos a entrenar y MALEKIN busca aliados demoníacos, pero no descuides tu entrenamiento; RENJIT Y yo traeremos más humanos a este lugar.
MALEKIN: Dalo por hecho.
RENJIT: Bien, ¿eso es todo por hoy? Nos retiramos.
HERACLES: En efecto, antes de irse, tengo un mal presentimiento con ese rey, así que entrenen en serio, muchachos. (Todos tragan saliva).
Meses han pasado; en este tiempo nuestros amigos han entrenado muy duro y HERACLES se ha hecho mucho más fuerte que de costumbre. Al parecer, recuperó sus poderes de semidiós. RENJIT también se volvió muy fuerte, pero el que más sobresale de los 3 es MALEKIN, que con su nueva habilidad puede salir fácilmente del bosque donde entrena mucho debido a las bestias míticas que ahí se encuentran.
Todo este tiempo ha traído demonios y ha formado en ese bosque, volviéndose una bestia poderosa. En el tiempo que ha pasado, los humanos custodiados por HERACLES han aumentado a 150; la ciudad ya es algo más viva. Claro, todos ellos se han mezclado con demonios que siguieron a MALEKIN y trabajan de la mano con los humanos.
Un tiempo de paz maravillosa pasaba y MALEKIN se tapa su horrible sonrisa con su pañuelo para no asustar a los humanos, ahora mucho más, ya que su cuerpo era de un ser muy grande y musculoso e imponía respeto cuando caminaba, pero todo este momento de paz sería interrumpido. Cierto día, un demonio soldado entra al palacio corriendo a avisar a los encargados.
SOLDADO DEMONIO: Señor MALEKIN, señor HERACLES, señor RENJIT, hay fuertes noticias.
MALEKIN: Cálmate, ¿dime qué pasó?, ¿por qué tan alterado?
SOLDADO DEMONIO: Nos llegan informes de la parte sur; a 10 kilómetros de nuestra posición se está juntando un ejército de demonios con dirección a este lugar.
Todos se quedan sorprendidos.
RENJIT: ¿Qué demonios está pasando?, ¿por qué justo ahora?, ¿no creen que será ese tal rey?
HERACLES: Puede que sí, soldado. ¿Qué más tienes para informar? ¿Hay algo más?
SOLDADO DEMONIO: Me temo que sí, mi señor, el que lidera las fuerzas enemigas es un demonio superior; su nombre no lo sabemos, pero es muy grande.
MALEKIN: Sin duda es ese tipo, el tal REY, ya que puedo sentir un gran poder que emana de ese lugar.
HERACLES: Bien, esto ya no tiene solución. SOLDADO, usted prepara a todos los demonios y humanos; nos enfrentaremos al enemigo.
SOLDADO DEMONIO: Sí, mi señor, haré todos los preparativos. (Se va corriendo).
HERACLES: Sabía que este día llegaría, pero no esperaba que fuera tan pronto. Ese monstruo sí que reunió gente para atacarnos. Bien, empecemos los preparativos para esta pelea, amigos.
RENJIT: ¡SÍ!
MALEKIN: Los haremos añicos.
Mientras tanto, vemos como el ejército enemigo se reúne a las afueras de la ciudad y vemos a una figura misteriosa subida sobre un monstruo tipo tigre con cuernos mirando a la ciudad.
DEMONIO MISTERIOSO: Estos bastardos sí que armaron algo grande aquí, jajaja, pero lo destruiré todo. No permitiré que los humanos y los demonios vivan como iguales; ellos son solo comida para nosotros, lo juro por mi nombre MAMMON, el rey de la codicia, wajajajajaja, jajajaja.
Mientras se ríe, se ve que un gran ejército está a su espalda y nuestros amigos se posicionan en la cima de la muralla de su ciudad y abajo un gran ejército de demonios esperando para la pelea. ¿Cómo terminará todo? Muy pronto lo sabremos.