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Loto en el Pantano

PaolaAB
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Synopsis

Chapter 1 - Un viaje inesperado

Soy Lisa y mi cumpleaños dieciocho se acerca, estoy en esa edad en la que sientes mucha emoción por volverte alguien más madura, alguien que ya no tiene ambigüedades, es decir, cuando tienes trece o quince años exactamente ya no eres una niña pero tampoco eres una adulta. Estoy ansiosa por comenzar una nueva etapa.

Dentro de una semana me mudaré a la ciudad de Noxterlur. Es una ciudad encantadora; vi varias fotos que mis padres me enseñaron y lo que más llamó mi atención fueron sus famosas estrellas doradas del anochecer. Estoy segura de que la mitad del tiempo estaré tomando fotos y enviando cartas postales a la gente de Tabiat.Quiero mucho a mis amigos aquí en Tabiat, los voy a extrañar, pero sé que esta es una gran oportunidad para poder conocer el mundo y conocer personas. Mis padres recibieron una oferta de trabajo con una mejor paga y más oportunidades para ellos, así que es obvio que yo también debo de ir con ellos, pero a veces pienso que podría quedarme aquí y no dejar atrás mi vida, tengo miedo, lo acepto, pero también quiero ir.Los días en Tabiat son fríos, pero la gente es muy cálida. Es una ciudad pequeña y la única forma de salir de ella es en avión, ya que está ubicada en una isla donde nieva mucho. Los botes no son comunes debido a las distintas zonas del mar congeladas, y supongo que sería fastidioso transportar personas sin tener una ruta estable. La televisión, la lectura y la radio son las formas más comunes de distracción aquí. Aunque solo existe un canal de transmisión por radio y televisión junto con los libros escasos que no sean académicos, es más que suficiente para no volverse loco. Cuando tenía 10 años, recuerdo que viajamos a una ciudad más grande que Tabiat y descubrí el internet. Podía buscar un sinfín de lugares y ver más de un canal o escuchar diferentes radios. Papá dice que en Noxterlux podré usarlo cuando quiera, así que estoy muy emocionada.Al llegar a casa y por fin sentir la calefacción retiré toda mi armadura de abrigos y calentadores de cabeza a pies y no al revés. —¡Ya llegué! Mamá, papá.—Al fin en casa querida, ¿cómo te fue?——Mamá, ya sabes que bien, es lo mismo de siempre, sin novedad. Mi vida es absoluta y perfectamente normal que a veces es intolerable, solo pido un poquito de ¡fruta!——¿Qué?— preguntaron ambos padres—— Ya saben, es como aquí, siempre la misma ropa, comida, vecinos, colegio, etc. , pero cuando llega algo colorido, algo inusual, hace que las tripas se te revuelvan de emoción por probarlo. Noxterlur es así para mí.——Aquí es tranquilo Lisa, ¿no te bastan los setenta mil habitantes que viven aquí?— dijo su padre, en un fracaso intento por convencerla.Le dije a mi padre si podíamos quedarnos dos meses para celebrar mi cumpleaños dieciocho aquí junto a mis amigos, Noxterlur suena a un sueño pero no quiero pasar mi cumpleaños en un lugar que aun no conozco y mucho menos sin amigos.Mi padre me dijo: —No podemos hacer eso, nuestro trabajo nos lo impide, sé que tu cumpleaños es en dos meses pero debemos partir exactamente en un mes, así que debemos irnos lo más pronto posible, asegúrate de empacar lo más importante—Al día siguiente el padre de Lisa, llegó como de costumbre 6:30 p.m. y se dirigió a su esposa e hija con un buenas noches.Cenaron como de costumbre en su pequeña sala viendo un canal de televisión que transmitía la novela de moda y preferida de todos en la casa.Tocaron las 10:00 p.m. en el reloj de la casa. Lisa odiaba ese reloj, ya que según ella era demasiado antiquísimo para esta época, resaltaba mucho a la vista por su un metro de altura y medio metro de ancho.—Deberíamos comprar uno digital— dijo Lisa.—Esto es una parte de tu legado Lisa, era de tus abuelos—«¿Y porqué recién me entero?». Dijo en su mente Lisa.—Bueno, es hora de acostarse, ve a tu habitación y no olvides cerrar con seguro——Si mamá, ya lo sé— dijo Lisa para después subir por las escaleras en dirección a su habitación.—Sara, tenemos que hablar. Vamos afuera——Lisa vió que sus padres se iban en el coche, algo que ya era normal para ella puesto que fueron muchas veces en la que sus padres salían por la noche y muchas preguntas de hacia donde iban y para siempre recibir la misma respuesta, "iremos a un café, no tardamos". Así que con el tiempo Lisa dejó de preguntar y se acostumbró.La mañana llegó y como siempre, mamá llamó desde abajo.—Lisa, se te hará tarde, baja y toma el desayuno——Buenos días mamá——Buenos días Lisa, come rápido que el autobús no tarda en llegar—Las horas pasaron y Lisa volvió por la tarde, al entrar a la casa vió el abrigo de su padre colgado en el perchero que estaba a la derecha. «parece que papá llegó temprano hoy», pensó Lisa.—¿Y esto?, ¿porqué hay cajas empacadas?——Julius...— dijo Sara mirando a su esposo firmemente.—Lisa, nuestro viaje se adelantó para hoy, así que alista lo más urgente y necesario por favor—— Pero papá, ¿no llevaremos todas nuestras pertenencias?, ¿cuándo llegará el carro de mudanza? y ¿no nos mudaríamos dentro de un mes?— Ya veremos eso después, saldremos al anochecer— dijo el padre de Lisa.Siento que algo pasa y ellos no me lo dicen, veo a mi padre un tanto nervioso como cuando uno espera los resultados de un examen final y no tienes la certeza de que pasarás la materia. Y mi madre... pues tampoco es como que la vea tranquila, su rostro está algo triste.— Mamá, porqué se adelantó tanto el viaje, aún faltaba un mes— Mi madre solo me miró y me dijo:— Cariño, lo que pasa es que llamaron del trabajo y solicitaron que fuéramos de inmediato, así que ya veremos que hacer con el resto de nuestras pertenencias, por ahora empaca lo necesario. Salimos en la noche.—Mientras mis padres se alistaban al mismo tiempo me dispuse a lo mío, saqué una maleta que había sido prácticamente como un adorno ya que casi nunca la había utilizado. Mis padres nunca me dejaron viajar fuera del pueblo o país, así que tener esta maleta era un anhelo de lo que siempre había querido hacer, visitar muchos lugares. La verdad es que no entiendo porque nunca me dejaban salir de viaje, lo único que me permitieron fue salidas del colegio pero solo dentro de la ciudad y si quería salir con mis amigos solo tenía permiso hasta antes de que oscureciera y siempre me llamaban para saber cómo estaba, a veces pienso que exageraron en eso del cuidado parental. Terminé de empacar cuatro suéteres, una casaca, tres jeans holgados, ropa interior, cuatro polos, dos pares de zapatillas y cosas de aseo personal.El tiempo se me hizo corto, aunque es poca ropa, quise elegir lo mejor de lo mejor de mi humilde guardarropa. — ya estoy lista— dijo Lisa bajando las escaleras del segundo piso.— Bien, suban al auto— dijo el padre de Lisa.Salí al frente de nuestra casa, y eché un vistazo por última vez, nada mal para alguien de clase media como yo, puse mi pequeña maleta sobre la vereda y me giré hacia la casa añorando seguir allí, sintiendo tristeza por dejar atrás el lugar que había sido mi hogar desde que nací. — Papá, ¿estaremos bien verdad?— — Sube al auto Lisa, se hace tarde—«Porqué no me respondió, creo que algo no anda bien». Lisa subió al asiento trasero del auto, estaba a punto de cerrar la puerta del auto cuando dijo: — Papá, ¿dónde esta mi mamá?, ¿porqué se demora tanto?— Solo está despidiéndose, ya sabes como de sentimental es tu madre, esperemos un momento—Al mismo tiempo que su hija y esposo conversaban, Sara se quedó en la sala junto a una pequeña lámpara siendo la única prendida en la habitación. Sus ojos rojos resistiéndose a no llorar y con los puños apretados dijo: —Jamás se habían comunicado con nosotros, porqué ahora, se supone que nos dieron un mes para poder prepararnos y ahora esto, creí que la existencia de Lisa ya no les importaba, no es justo para ella— dijo Sara, llena de impotencia, para luego abrir el inmenso reloj del que Lisa se había quejado, procedió a sacar una pequeña caja, la abrió, y retiró una llave que despedía un sutil y ligero brillo azul, la cabeza era circular y en el centro tenía un loto tallado y una media luna en la parte superior, mientras que el paletón se extendía en forma de espiral. Al cabo de unos minutos Sara salió de la casa, se dirigió al auto y subió al asiento del copiloto. — ¿mamá estás bien?— preguntó Lisa. — Si hija, es solo que extrañaré nuestros días aquí, las mañanas cuando preparaba el desayuno e iba a tu cuarto a despertarte, cuando llegabas por la tarde y te servía el almuerzo, cuando llegaba la noche y te decía "hasta mañana, descansa hija"— dijo Sara con la voz a punto de quebrarse.—Pero mamá, no es como si no nos volviéramos a ver, allá también podrás verme en el desayuno y decirme hasta mañana por las noches— Lisa dijo esto confiadamente, pero le extrañó no recibir una respuesta afirmativa de sus padres.—Guardé chocolate caliente, esta será nuestra cena por hoy, así que no sean quisquillosos. Lisa, este es para ti— —Gracias mamá—Lisa se había quedado dormida en el trayecto, cuando abrió los ojos y se compuso en el asiento, quedó un tanto confundida, se supone que lo que debía estar frente a sus ojos era la fachada del aeropuerto lleno de ruido, gente y luces.— Papá, mamá, ¿dónde estamos? Me quedé dormida, ¿porqué estamos en un bosque?—