Qiao Mianmian no confiaba mucho en él. Al ver que el hombre se acercaba cada vez más, lo empujó suavemente. —Mo Yesi, tengo que levantarme temprano mañana.
—Mm, lo sé.
—También deberías dormir temprano.
—Mm, lo sé.
—Entonces, no puedes…
—Mm, lo sé.
Cuando ella dijo la última palabra, los labios calientes del hombre aterrizaron en los suyos y él dijo lentamente, —Amor, solo te estoy besando, nada más.
…
Este beso duró mucho tiempo.
Se estaba saliendo de control.
Afortunadamente, Mo Yesi cumplió su palabra esta vez. Aunque casi perdió el control, logró contenerse en el momento crucial.
Qiao Mianmian estaba acostada en la cama leyendo su guión con la cara sonrojada. Podía oír el sonido del agua corriendo desde el baño y supuso que Mo Yesi debía haber ido a darse otra ducha fría.
Fue raro que él lo tolerara esta noche.
Él la había distraído tanto justo ahora. Si él insistía, definitivamente no lo rechazaría.
¿Cuándo no había sido seducida por este hombre…
