—Qiao Mianmian finalmente entendió a qué se refería.
—Cuando Mo Yesi dijo dormir con él, lo decía en la manera más simple y pura.
—¿Ella realmente pensó mal? —Se sorprendió a sí misma con esos pensamientos.
—Ahhh, aún estaba pensando en lo descarado que era y lo irrespetuoso que estaba siendo.
—¡Pero todo fue por culpa de sus pensamientos corrompidos! —Desde el beso hasta dormir juntos... todo había sido fruto de su imaginación.
—¿Desde cuándo empezó a ser así? —Afortunadamente, Mo Yesi se había quedado dormido y no tenía idea de esto. De lo contrario, estaría demasiado avergonzada para enfrentarlo.
—Qiao Mianmian sintió que sus mejillas se calentaban de nuevo.
—No necesitaba mirarlas para saber que estaban rojas.
—Ese hombre tenía su cuerpo contra el de ella, y ella se sentía extremadamente pequeña y delicada contra él.
—Su cara estaba justo debajo de su barbilla, y moverse un poco causaría que tocase su manzana de Adán.
