Especialmente en los últimos 10 años, siempre había cedido ante sus peticiones.
—¿Cómo no iba a sentir nada cuando una persona así quería repentinamente salir de su mundo?
Incluso tendría sentimientos por una mascota.
—Sí, eso debe ser.
Tras encontrar una razón para su dolor, la confusión en sus ojos desapareció.
Pero su corazón aún dolía.
—¿Por qué era Gong Zeli tan insensible con ella?
Solo porque sabía que no era ella quien lo salvó esa noche, se sentía como una extraña para él.
Ya había renunciado a toda su dignidad y orgullo para suplicarle.
Pero él aún así se fue.
Él prometió tratarla bien por el resto de su vida.
Pero todo cambió de la noche a la mañana.
No le quedaba nada.
El hombre que ella amaba profundamente tuvo que marcar una distancia entre ellos.
El hombre que la amaba también la dejó.
Era como si hubieran acordado dejarla.
De repente, no le quedaba nada.
Pensó que, pase lo que pase, aún tendría a Gong Zeli a su lado.
