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Cuando se dio cuenta de que estaba enamorándose de él y de que había ocupado un lugar en su corazón sin darse cuenta, empezó a tener miedo.
Tenía miedo de que sus sentimientos se convirtieran en una broma.
Para ella, perder no era lo más doloroso.
Sino tener lo mejor de todo antes de perderlo por completo.
Era como caer del cielo al infierno.
Bai Yusheng pensó por un momento y dijo —¿No crees que él realmente te quiere?
—No. Puedo sentir que me quiere. Es solo que no sé cuánto de ese amor proviene de su corazón y cuánto es porque...
—¿Por tu singularidad? —Bai Yusheng miró a la chica frente a él, que parecía estar atrapada por sus sentimientos. Pensó seriamente por un momento antes de decir—, ¿Te preocupa que si otras mujeres fueran como tú y lo tratasen de manera diferente, él podría enamorarse de alguien más?
—¿Tienes miedo de que las cosas resulten como piensas?
—Mm.
