```
Qiao Mianmian estaba demasiado perezosa para responderle.
No tenía la fuerza.
¡Mo Yesi era una bestia con piel humana!
¡Una bestia absoluta!
¡No era humano!
Se suponía que la bañaría, pero en vez de eso la tocó.
Qiao Mianmian había sido presionada contra la pared del baño dos veces. Aunque no había sido mucho tiempo, los hombres están llenos de trucos. No sabía dónde los había aprendido, pero lloró por la tortura.
Pero cuanto más lloraba, más excitada se ponía la bestia.
Usaba trucos aún más vergonzosos con ella.
Sollocé, si ahora quisiera un divorcio, ya sería demasiado tarde.
Ella lo ignoró, pero Mo Yesi no dijo nada más. La besó en la frente de nuevo y acarició su mejilla. —Pediré permiso por ti. No tienes que ir al set tan temprano mañana.
—Duerme bien. Ven cuando hayas terminado.