—Miró más allá de él y fingió estar buscando a alguien. Cuando vio a Nana frente a ella, fue como si viera a su salvadora. Caminó rápidamente hacia ella.
Quizás porque caminaba muy rápido, no vio una piedra bajo sus pies y resbaló...
Al ver que estaba a punto de caer, Tu Yilei se apresuró a ir hacia adelante para sostenerla.
—Qiao Mianmian chocó contra él otra vez.
—Tu Yilei la agarró de la cintura por instinto.
En circunstancias normales, debería haberla soltado después de que ella se estabilizara.
Pero en el momento en que la soltó, no pudo soportarlo.
—El cuerpo suave y fragante de la chica estaba apoyado contra su pecho y el dulce aroma seguía entrando en su nariz.
No se atrevía a usar demasiada fuerza al abrazarla, por miedo a romperle la cintura.
—Era tan pequeña.
Fue solo cuando ella estuvo en sus brazos que pudo sentir su pecho.
—Él podría tenerla en sus brazos.
La novia ideal de Tu Yilei era una chica así de pequeña.
—Le hacía querer protegerla.