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Ante ese pensamiento, Nana no pudo evitar decir —Hermana Mianmian, tu novio debe estar disfrutando mucho.
Qiao Mianmian no pudo reaccionar a tiempo y preguntó curiosa —¿Por qué?
La mirada de Nana aterrizó directamente en su pecho justo y tierno —Eres tan delgada, y encima eres copa C. Además, tu cuerpo es tan suave. Si yo fuera tu hombre, sin duda querría atraparte todos los días, jejeje...
—...
Qiao Mianmian se sonrojó —¡Nana, pervertida!
—Es la verdad —Nana parecía inocente—. Hermana Mianmian, eres tan hermosa que incluso una mujer como yo querría dormir contigo, y ni hablar de tu hombre. Te garantizo que tu novio quiere estar contigo todos los días y no dejarte salir de la cama.
Pero qué lástima que ella era una chica.
Qiao Mianmian estaba a punto de golpearla —¡Maldita sea, Nana! ¿En qué piensas todo el día?