Las palabras del asistente hicieron que Huang Yilin se sintiera mejor.
Sí, Bai Yusheng era un hombre muy exigente.
De lo contrario, ¿cómo es que tantas celebridades femeninas en la industria del entretenimiento no lograron seducirlo?
Todos decían que era el hombre más difícil de la industria.
Hasta ahora, ninguna mujer había logrado conquistarlo.
Ni siquiera les daba la oportunidad de pasar tiempo con él.
Esa Qiao Mianmian solo tenía una cara de zorra, y esa cara era realmente buena para seducir hombres.
Pero aparte de esa cara, ¿qué más tenía ella?
Incluso si lograba liarse con Bai Yusheng por su apariencia, Bai Yusheng no estaría interesado en una mujer que no tuviera otras cualidades destacadas además de su belleza.
Definitivamente se aburriría pronto.
Cuanto más lo pensaba, mejor se sentía Huang Yilin.
Dejaría que esa zorra se sintiera orgullosa unos días más.
Le daría una lección cuando Bai Yusheng se cansara de esa zorra.
