Era raro verlo tan humilde frente a la Señora Mo.
Por lo tanto, la Señora Mo se quedó atónita cuando escuchó su última frase.
Ella miró a su hijo conmocionada y sintió una mezcla de emociones al ver lo humilde que estaba.
Ella conocía a su hijo mejor que nadie.
En el pasado, él hacía lo que quisiera.
Rara vez se preocupaba por lo que pensaran los demás.
Incluyendo a su madre biológica.
Cuando era niño, ella podía influir en él una o dos veces porque era muy joven y no podía ser tan independiente.
Pero gradualmente creció.
Desde que ganó una gran suma de dinero cuando tenía 13 años, se volvió difícil para ella controlarlo.
Lo mismo sucedía con el matrimonio.
Podía casarse con quien quisiera.
Ni siquiera les informaba.
Además de aceptarlo, no podía hacerle nada.
Ahora, era completamente capaz de hacerse cargo de las cosas por sí mismo. Era bastante independiente tanto mental como físicamente.
Ella era aún más… incapaz de controlarlo.
