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Además, aunque aquella mujer era bastante atractiva, todavía estaba un peldaño por debajo de Qiao Mianmian.
Especialmente porque aquella mujer incluso se había sometido al cuchillo antes.
Esa nariz y ese mentón... eran obviamente antinaturales.
Mientras tanto, Qiao Mianmian era completamente natural.
Su Ze la conocía desde hacía 10 años enteros. Incluso hace 10 años, ya parecía una hermosa Barbie. Muchos chicos la querían en la escuela.
Qiao Mianmian apenas podía creer lo que había escuchado.
Abrió los ojos de par en par. —¿Qué has dicho? ¿Quieres que te dé una oportunidad?
¿Esto es algo que una persona diría?
¿Qué tan desvergonzado era?
Que pudiera decir algo así.
—Sí —Su Ze la miró intensamente—. Mianmian, sé que aún estoy en tu corazón. Tú también estás en el mío. Hemos pasado tantos años juntos y solo te he amado a ti. No puedo olvidarte ni los momentos que hemos compartido.
—Creo que no soy el único que todavía añora esos días. Tú también, ¿verdad?
