Todo lo que tenía en mente era la idea de cómo se sentiría si la inmovilizara en esa silla...
¿Cómo sería?
Su cuerpo comenzó a reaccionar en cuanto pensó en ello.
—Mo Yesi... ¿p-por qué estás...? —Qiao Mianmian no tenía idea de lo que el hombre estaba pensando. Sus ojos se abrieron de par en par y ella entró en pánico un poco.
—Wei Zheng dijo que habías llegado.
Mo Yesi sacó ese pensamiento de su cabeza y la miró con dulzura. —Así que vine a ver.
—O-Oh, ¿es así? —Qiao Mianmian parpadeó sorprendida.
Debió de haber oído lo que ella dijo.
Debió de haber descubierto que ella era una mentirosa fanfarrona ante su amiga de la infancia.
Pero no parecía que él fuera a exponerla.
¿Pretendía salvarla de la vergüenza?
—Mm —Mo Yesi parecía no haber notado a la otra persona en la habitación. Sus ojos estaban puestos en Qiao Mianmian todo el tiempo y solo le hablaba a ella.