Habían pasado tantos años, y nunca hubo siquiera rumores de él con alguien.
Las mujeres prácticamente nunca se veían a su alrededor.
Excepto… la Señorita Shen.
Ella era la única excepción.
Pero todos sabían que la Señorita Shen y el Presidente Mo solo eran amigos, nada más.
Wei Zheng los fulminó con la mirada. —Por supuesto que es verdad. ¿Acaso haría una broma sobre esto? Como todos ustedes pueden decir, al Presidente Mo le encanta su novia. Así que más les vale que vigilen sus actitudes alrededor de ella.
—No la traten como a una cualquiera solo porque es joven. —Wei Zheng les advirtió—. Ella es la persona más importante para el Presidente Mo ahora. Ofenderla es más grave que ofender al mismo Presidente Mo. ¿Entendido?
Se miraron entre sí y finalmente asintieron. —Mm, entendemos.
Uno de ellos murmuró, —La Señorita Shen estaría tan molesta si se entera de que el Presidente Mo tiene una novia.
