—¿Cuarto Hermano? ¡Cuarto Hermano! —dijo Yan Shaoqing cuando se dio cuenta de que Gong Zeli no le estaba respondiendo. Miró a Gong Zeli y se dio cuenta de que estaba distraído.
No era consciente de lo que pasaba por su cabeza. Pero Gong Zeli estaba reflexionando mucho sobre ello.
Yan Shaoqing se quedó sin palabras. Movió su mano frente a los ojos de Gong Zeli y dijo:
—¿En qué estás pensando?
Finalmente, Gong Zeli dejó de estar distraído.
Luego miró a Shen Rou con perplejidad.
Ya no recordaba claramente lo que pasó cuando tenía diez años.
Pero estaba seguro acerca del olor. Estaba arraigado en su cerebro, y aun después de todos estos años, todavía podía recordarlo.
Ya había olvidado qué perfume usaba Shen Rou esa noche.
Pero después de todos estos años, Shen Rou ya había dejado de usar ese perfume.
Él le había preguntado antes, pero ella respondió fríamente que ya no le gustaba el olor y que el perfume había dejado de producirse.
Pero él notó el mismo olor en Qiao Mianmian.