Aunque Shen Rou nunca había simpatizado con esas chicas, esta era la primera vez que expresaba su descontento de manera tan abierta.
Gong Zeli fue el más sorprendido.
Observó a Shen Rou con desconcierto.
En sus ojos, Shen Rou siempre fue una mujer amable y considerada.
Su familia también le enseñó cómo comportarse bien. Nunca habría hecho tales cosas a nadie sin importar cuanto les desagradara.
Pero ella simplemente…
Por un corto momento, Gong Zeli no pudo reconocer a la Shen Rou que tenía frente a él.
Después de un momento de silencio, Yan Shaoqing sonrió, retomó su habitual actitud jovial y dijo:
—¿Qué te pasa, Rou Rou? ¿Por qué estás tan enojada? He traído chicas en nuestras salidas anteriores. ¿Por qué no puedo hacerlo hoy?
—Esta niña pequeña es realmente tímida. La asustarás de esta manera.
Cuando terminó de hablar, bajó la cabeza para mirar a la modelo, pizcó sus mejillas y dijo sonriendo: