—Shen Rou, parece que todo lo que te he dicho antes ha sido en vano.
—Puedes elegir no subir allí, pero como dije, le haré saber a Tío Shen y a Tía Shen sobre esto. Creo que te pedirán cuentas a mí —dijo él.
Shen Rou vio su frialdad y autoridad.
Realmente no había lugar para negociar.
Ya había tomado la decisión de apoyar a Qiao Mianmian y al resto.
Ella siempre había estado segura de que esa mujer nunca significaría tanto para él como ella misma, simplemente porque ella y Mo Yesi habían compartido tantos años de amistad.
Así, nunca realmente pensó mucho en Qiao Mianmian.
Creyó de verdad que eventualmente, ella sería la mujer que se quedaría a su lado.
Pero empezó a perder su confianza cuando Mo Yesi trajo a casa a Qiao Mianmian.
Nunca pensó que a Abuela Mo le gustaría tanto Qiao Mianmian.