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Ella sentía que la Vieja Dama lo decía a propósito para ayudar a Qiao Mianmian.
Pero incluso si ese fuera el caso, ¿qué podía decir?
La Vieja Dama la había tratado bastante bien todos estos años y apenas le había complicado las cosas. Pero aún así tenía cierto temor hacia esta suegra suya.
No podía ser tan cercana y cariñosa con la Vieja Dama como Qiao Mianmian.
Siempre había sido muy consciente de su lugar en la familia. Sentía que como nuera, lo mejor era mantener una distancia respetuosa con la cabeza de familia, su suegra.
—Abuela, este cuenco de sopa es para ti. —Qiao Mianmian se sorprendió un poco por el intercambio entre la Señora Mo y la Vieja Dama.
Levantó la vista hacia Mo Yesi con algo de sorpresa en sus ojos.
Siempre había pensado que él la cuidaba tan bien porque estaba acostumbrado a hacerlo toda su vida.
Pero...
