—De todos modos, lo de Mianmian y yo terminó, nunca podremos volver a estar juntos. Anxin hizo mucho por mí y también hizo sacrificios. Me haré responsable de ella y me casaré con ella.
—¿Qué estás diciendo? —Madre Su lo miró con incredulidad.
—Dije que me haré responsable de Anxin —Su Ze tomó una respiración profunda.
—¡Idiota, cómo pude dar a luz a un hijo tan idiota! —Madre Su se acercó y le dio una fuerte bofetada en la cara—. Mianmian es una chica tan buena, pero tú no la supiste valorar. Hiciste algo tan terrible para herirla. ¡Hoy tengo que enseñarte una lección, para que sepas lo que está bien y lo que está mal!
Con eso, levantó el brazo otra vez.
—¡Tía, no le pegues al Hermano Ah Ze! —Qiao Anxin agarró la mano de Madre Su y se interpuso entre la madre y el hijo—. Lloró, el Hermano Ah Ze no está en un error, fui yo quien lo sedujo deliberadamente. No tengo vergüenza y soy despreciable. No pude controlar mis sentimientos y terminé enamorándome de él.