Después de todo, Mo Yesi era ahora su marido.
Qiao Mianmian sintió la necesidad de defenderlo.
Necesitaba dejarles saber a los demás que su esposo era un hombre muy normal.
Yan Shaoqing se detuvo por un momento antes de susurrar de manera secreta, —Cuñada, ¿está el Segundo Hermano a tu lado ahora? No escuchó lo que dije sobre él, ¿verdad?
—No, no está a mi lado. Está en la ducha.
—¿Ducha? —Yan Shaoqing guardó silencio por un momento. Luego dijo con picardía—, se está duchando tan temprano en la noche? Mm, parece que su espíritu de lucha no es muy bueno. Pero Cuñada, no te preocupes. El Segundo Hermano es un viejo virgen, todos son así al principio. La próxima vez que nos veamos, le pasaré algunas técnicas, y te aseguro que la próxima vez será mucho mejor.
Qiao Mianmian se sobresaltó.
¿Este Joven Maestro Yan había entendido mal algo?!
¿Qué quería decir con "el espíritu de lucha no es muy bueno", o que él sería "mucho mejor la próxima vez"?!
