Una hora antes.
La oficina del Presidente.
—Presidente Mo, aquí tiene la información sobre la señorita que estuvo en su habitación anoche —el Asistente del Presidente, Wei Zheng, colocó los documentos en su escritorio antes de dar un paso atrás cortésmente.
Un hombre estaba sentado detrás del escritorio negro de la oficina.
Vestía una camisa negra con los botones del cuello y los puños y dos más antes de su pecho desabrochados. Revelaba su pecho tonificado y seductor.
Estaba revisando el conjunto de documentos que Wei Zheng le había entregado.
Incluso cuando miraba hacia abajo, su guapo rostro seguía siendo perfecto en todos los sentidos: el ángulo del puente nasal, sus labios apretados, cada rasgo era increíblemente encantador.
Sus pestañas eran espesas y curvadas hacia arriba, como muchas mujeres solo podrían esperar lograr incluso con máscaras.
Wei Zheng echó un vistazo a su Jefe y no pudo evitar tragar saliva.
