Gu Ying no se opuso.
Durante el tiempo que pasaron con los supervivientes, Deng Feng demostró completamente su carácter. No solo ganó la confianza de Mo Ruyue, también ganó la suya.
—Eso está bien. Llevaré la medicina más tarde y le contaré sobre esto. Le pediré su opinión —dijo ella.
Mo Ruyue ya había pensado en esto de camino de regreso.
Ella y Gu Ying no se quedarían en el pueblo por mucho tiempo. Los bebés no podían seguir en el espacio por más tiempo. Tenían que moverse al norte lo antes posible.
—De acuerdo, iré a ver cómo está la situación fuera del pueblo. Deberías descansar temprano en un rato. Ya limpié tu habitación —dijo Gu Ying, señalando la habitación contigua a la suya.
Aunque ambos habían dejado las cosas claras, su identidad todavía era la de Señora Qin, y todavía vivían en tal era feudal. Habían experimentado el período de recuperación de este desastre natural juntos, así que realmente no tenía ánimos de pensar en otras cosas.
