—Habían escuchado todo lo que esta gente había dicho hasta ahora. Todos tenían ideas sobre su familia e incluso querían complicarle las cosas a la abuela Liu. ¿Por qué el hermano mayor les contó todo? Eso no era como su personalidad habitual.
La tía Liu estaba escuchando al lado y no tenía ninguna intención de interrumpir.
Qin Qingyan era un niño con sus propias ideas, y ella creía que debía tener sus razones para hacerlo.
Tras escuchar las palabras de Qin Qingyan, todos los presentes mostraron una mirada de envidia y celos, pero al mismo tiempo también tenían un rastro de expectativa.
Si su relación con la familia Qin mejoraba en el futuro, ¿podrían ser como la señora Liu y obtener algunas cosas buenas de la señora Qin cada tres a cinco días?