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Por lo tanto, Mo Ruyue le dio inmediatamente a la Señora Bai una pastilla salvadora del corazón que ella había preparado especialmente. Al mismo tiempo, también le proporcionó un estimulante cardíaco para ayudar a que el corazón de la Señora Bai recuperase su fuerza.
Todos los medicamentos que Mo Ruyue había preparado especialmente habían sido añadidos con agua de manantial del espacio. También había realizado algunos ajustes simples a la receta. En comparación con los diversos medicamentos comunes, el efecto era naturalmente mucho más fuerte.
Viendo que la Señora Bai se veía mucho mejor después de tomar el medicamento, Mo Ruyue salió de detrás del biombo. Caminó hacia la mesa y comenzó a escribir una receta. Mientras escribía, dijo —Joven maestro, tienes que conseguir la receta tú mismo y traerla de vuelta para que yo la vea. No puedes dejar que alguien más lo haga.