—Ya he dicho que necesito un ambiente muy hostil y equipo para completar la cirugía. De lo contrario, morirás de una infección bacteriana —Mo Ruyue pronunció inconscientemente un término moderno. Estaba mirando hacia abajo para ordenar la caja de medicina y no vio que el hombre levantara las cejas y la mirara con sorpresa.
Cuando ella levantó la cabeza de nuevo, la expresión del hombre había vuelto a su pose determinada y serena original, y sus ojos estaban llenos de determinación mientras la miraba.
—No importa qué, haz como desees. Si realmente muero por esto, es mi destino —Ya que él había dicho eso, Mo Ruyue no trató de persuadirlo más. De todos modos, no era su estilo rendirse a mitad de camino, por lo que se comprometió.
