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Cuando llegó a Ciudad Yuan, Guan Chibei fue primero al restaurante a vender la cabra. Luego, se dirigió a los muelles, que estaban bulliciosos de gente y con barcos yendo y viniendo. Buscó alrededor de dos horas antes de darse la vuelta y marcharse. Rondó la ciudad de nuevo y entró a la mejor pastelería de la ciudad, 'Pastelería Yuan'. Compró dos cajas de los pasteles más vendidos, que eran pastelitos de vino dulce y pastel de osmanto. Después, regresó a casa.
En la casa, Ye Lulu probó el pastel destacado de 'Pastelería Yuan'. Tras comerlo, su expresión cambió ligeramente y dijo con una expresión indescriptible:
—Está bien.
