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Su esposa sufría.
Sus hijos eran maltratados y llevaban vidas difíciles.
La casa estaba siempre patas arriba. La ropa estaba esparcida por todas partes, y la pared estaba oscura. La mesa estaba cubierta de polvo y el suelo estaba sucio. Hacía mucho tiempo que no se limpiaba.
Nadie podía trabajar tan duro afuera y luego soportar palabras frías y abusos al volver a casa.
Los Doctores Amables también eran personas.
Él seguía siendo una persona amable con un buen corazón. Sus sentimientos nunca fueron ordinarios.
Además, se sentía cansado, frustrado e irritable.
Se sentaba frente al gobierno para tratar a la gente todo el día. Por no mencionar lo cansado que estaba, pero naturalmente había todo tipo de personas entre los ciudadanos de toda Ciudad Yuan que venían. Además, aparte de aquellos con antecedentes familiares pobres, también había quienes les gustaba aprovecharse de los demás. Era muy difícil lidiar con ellos.
