Ye Lulu también llevaba a un bebé. Madre Rong y la Segunda cuñada Guan cada una llevaba uno. La familia se paró en la multitud y empezó a emocionarse.
No solo por si podrían comer carne, sino que este tipo de reparto de comida en todo el pueblo era muy emocionante.
Además, esta porción de carne provenía de bestias salvajes que habían dañado a los aldeanos.
—Hay algo que tenemos que explicar especialmente a toda la aldea de antemano —en ese momento, Li Yue dijo—. Basado en la noche pasada, el mayor héroe de nuestra aldea es el sexto hijo de la familia Guan. Por lo tanto, la aldea también debe darle una recompensa adicional. Después de discutir, hemos decidido que le daremos primero el látigo de tigre a Guan Chibei.
Ye Lulu se quedó sin palabras.
—¿Látigo... de tigre? —la expresión de Ye Lulu se congeló—. ¡Estaba sumamente sorprendida!
