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Chapter 70 - Nuevamente en Zaragoza

La supervisión puesta sobre los alumnos de la clase R de primer año fue puesta en marcha a causa de ser los posibles responsables de los abusos hacia estudiantes inocentes. La razón: sobrestimación de sí mismo y falta de empatía que lleva a una conducta rebelde y abusiva sobre los más débiles haciendo que amerite restricciones.

En la historia de la ARET solo había sucedido este caso, pero de peor manera hace 16 años; no obstante, en esta ocasión en que se repetía la misma historia, había algo extraño: las demás victimas no confesaron ni se atrevieron ha hablar en contra de aquella clase, aun cuando se habían inculpado a dos de ellos.

Esto dejaba a preguntarse en dos posibilidades ¿Los atacantes solo pertenecían a la clase R o también eran estudiantes de otras facultades?

No muchos quisieron plantearse la segunda posibilidad que ya tenía rumores y todo el resentimiento caían en aquellos alumnos uniformados. Para esto, un video circuló en las redes del campus donde se mostraban a representantes de alumnos de segundo y tercer año comentando no ser participes de ningún hecho delictivo y que estaban rotundamente en contra de los abusos mencionados; pronto, las demás facultades se alzaban en contra del famoso bullying.

Interesantemente, ninguna noticia oficial de estos casos se difundió fuera de la ARET siendo resulto internamente.

La rutina debía ser la misma para todos los de nuevo de la clase R de sus dormitorios a sus clases y de sus clases a los dormitorios. Toda necesidad básica como los alimentos eran dado en los dormitorios y no se les permitía salir sin permiso.

Si bien no todos estaban implicados e incluso no había pruebas en su contra, incluso hasta la hija de los monarcas y los familiares de la aristocracia o herederos multimillonarios debían estar sujetos a las restricciones.

Nadie se opuso a esto.

 

Habiendo pasado ya algunas horas, Glen y Aren habían por fin llegado a Zaragoza.

- Wow … no pensé en volver aquí tan pronto …

- Bien, vayamos a …

Interrumpiendo las palabras de Aren, Glen sonriendo sacó una cámara.

- Primero lo primero …

Aren suspiró.

Manejando por las calles y avenidas, se comenzó a escuchar dentro del vehículo la aclamada canción ftown. Glen no perdió tiempo y comenzó a pasear por la ciudad mientras que Aren tomaba fotos.

- ¿Acaso no pudiste hacer esto la vez que vinimos? - preguntó Aren.

- Pues no. Deja de preguntar y solo toma fotos …

Yendo por las zonas turísticas tales como la Catedral de Zaragoza, la Aljafería, la Iglesia de San Pablo y el Parque del Agua, Glen parecía ser como un niño por la felicidad que expresaba. Por otro lado, Aren no dejaba de tomar fotos de dichos lugares.

Dos, tres hasta cuatro horas pasaron haciendo turismo.

- Oye … Ya en serio. ¿Por qué hacemos esto ahora? ¿Qué escondes- preguntó Aren frustrado.

- Eh … ya te lo dije …

- Sí, ahora dime la verdad.

- … Pero si ya te dije que …

Hablando, Glen pudo notar la mirada incrédula de su amigo quien no dejaba de verlo.

- B-Bueno … mis padres …

- ¿Qué con tus padres?

- Sabes … ha pasado un tiempo desde que no he hablado con mis padres y ellos creen que actualmente estoy en una preparatoria.

- ¿Qué?

- Bueno … cuando me fui de casa, tuve una condición de que tenía que ingresar a cierta academia … en realidad mis abuelos eran quienes me impusieron esto.

- ¿Academia?

- Sí … es una famosa que tiene a algunos estudiantes famosos.

- ¿De qué hablas? - preguntaba Aren cada vez más confundido.

- Estoy hablando de la ARET …

- …

- Se suponía que iba a ingresar ahí este año, pero ni loco quería malgastar mi vida en un instituto.

- … ¿Y eso que tiene que ver con lo que estamos haciendo aquí?

- Bueno, hace más de un mes, me llamaron mis padres y me preguntaban como me había ido … les dije que había aprobado y que estaba en un viaje de celebración de dos con algunos amigos …

- … ¿Qué más te dijeron?

- Que les mandara algunas fotos …

- … ¿Te dieron dinero para dar el examen?

- Sí …

- ¿Y ese dinero?

- Lo gasté en fiestas …

- … Debo preguntar … ¿Tus padres van a venir aquí a visitarte?

- Sí …

- ¿Cuándo?

- En tres meses …

Aren suspiró y, al ver la decaída figura de su amigo, se sentó a su lado y habló.

- Sigamos tomando fotos.

- Gracias … por cumplir tu promesa.

- No te preocupes … al menos puedes tener el dinero de vuelta.

- ¿Cómo?

- Vende tu auto.

- … No puedo …

- ¿Por qué?

- Está bonito … y es nuevo …

Aren suspiró.

 Comiendo una hamburguesa dentro de su auto negro, un hombre se encontraba observando en silencio a aquel par que estaba sentado en las banquillas de las veredas cerca de la minivan.

- … ¿Qué son? ¿Una pareja gay? … ¿A dónde planean ir? - fue lo que murmuró sarcásticamente aquel hombre de ropas semiformales.

Subiendo ambos al coche, se dirigieron a un restaurante cercano para almorzar nuevamente sin darse cuenta de que eran seguidos.

Estando dentro del restaurante, ambos probaron la comida típica de la zona.

- Aquí está su bacalao y su arroz con borrajas. - dijo la mesera que los atendía.

Mientras que Glen empezaba a comer, Aren no dejaba de ver el plato frente suyo.

- ¿Qué? ¿no vas a comer? Y eso que yo estoy invitando.

- … No es eso …

- Entonces ¿Qué?

- … Yo pedí arroz, pero ¿Por qué me han traído una sopa? - dijo Aren sin dejar de ver su comida.

- … Pues, le hubieras preguntado a la mesera antes de pedir.

- … Bueno, lo que no te mata te hace más fuerte … o eso dicen … - respondió el joven al tomar sus cubiertos.

Dentro de aquel restaurante, estaba aquel desconocido hombre quien también iba a empezar a comer.

- ¿Están en una cita o algo así? … Vamos, díganme de una buena vez a dónde van …

- Aquí está sus garbanzos … - dijo una mesera quien había traído un platillo a su mesa.

- Ah, sí … Gracias.

El hombre se puso a comer.

Saliendo del restaurante, Aren y Glen ingresaron a la minivan y siguieron manejando.

- ¿Ahora si podemos ir? - preguntó Aren.

- Sí … ¿Dónde decías que quedaba el lugar?

- Te mande la dirección por WhatsApp.

- Ok, ahora lo reviso … Movera 173 … Oh, está cerca … Llegaremos en 10 minutos.

Estando detrás de ellos, una llamada sonó dentro de un auto.

- Diga.

- Renaud, ¿Cómo va todo? - se escuchó decir por el teléfono.

- Aún estoy siguiéndolo … pero no sé exactamente a donde quieren ir.

- … ¿Te han notado?

- No, estoy totalmente seguro de eso.

- Bien, infórmanos cuando los alcances.

- Entendido.

La llamada finalizó.

Cerca de su destino, aquel par seguían conversando.

- Sabes … ¿Tienes noticias de lo que está pasando en Luesia? - preguntó Aren.

- ¿Luesia? … ¡Ah! Hablas de ese pequeña ciudad o pueblo, creo que era … Solo se que han cerrado sus puertas.

- ¿Cómo?

- Sí … no se si te enteraste, pero hubo varios secuestros hace un tiempo, pero aún operaban las agencias de viajes … Sin embargo, desde la desaparición de una de sus autoridades y la alcaldesa, han cerrado la entrada a gente de afuera. Están en estado de emergencia, creo.

- … Ya veo …

- ¿Por qué preguntas?

- … Planeaba pasar cerca de ahí, pero creo que no será posible.

- Sí, amigo. Con lo que ya tenemos entre manos, es más que suficiente.

Antes de seguir conversando, el auto frenó repentinamente.

Los dos jóvenes no dijeron nada hasta leer aquel letrero que iba al lado del camino.

Aviso: Residencia Privada. Ingreso prohibido a personal no autorizado.

- … Sabes, cuando leo esto me dan unas ganas de llevarle la contra.

- Yo igual. - agregó Aren.

 

A pocos minutos de finalizar sus clases de la tarde, Liam quien estaba sentado en las últimas filas, a diferencia de Daniel y Renato quienes estaban en primera fila escuchando atentamente a todo lo que explicaba el profesor, habló.

- ¿Aun sigues molesto?

- … No, ya no. - respondió Leandro quien estaba sentado a su lado.

Liam quien lo observó parecía no creer la respuesta, pero era comprensivo.

- ¿Siempre fue su relación así?

- … No, no siempre.

- …

- Antes el era un poco mejor … pero parece que algo sucedió el año pasado cuando tomó la prueba de cambio de curso.

- … Entiendo … parece que sabes de eso.

- Más o menos … Richard y yo tomamos el mismo examen de ingreso el año pasado … la prueba era diferente a la de este año; en realidad, era como generalmente había sido durante los años pasados …

- ¿Qué quieres decir?

- La prueba de ingreso simplemente era un examen de aptitud a puertas cerradas donde cada postulante demostraba las habilidades que había despertado cada uno … no sé si lo sabes, pero la ARET implantó el examen de admisión recién hace diez años; anteriormente solo eran recibidos personas que eran netamente referidos por egresados … el tener aquel reconocimiento era como si hubieran ya aprobado el examen …

- …

- Luego al implantar el examen, los instructores y profesores de la ARET se plantearon ver qué prueba era la más optima para poder definir que una persona tenga la capacidad de desarrollar sus habilidades …

- ¿Desarrollar sus habilidades? ¿Acaso el objetivo no era encontrar personas que ya hayan despertado? - preguntó Liam.

- No, no es del todo cierto … se dice que en los inicios de la ARET, hace más de 15 años … los ingresantes eran más como conejillos de india; no todos podían desarrollar sus habilidades … la mayoría solo se quedaban atascados en lo poco que obtuvieron y otros fueron perjudicados por no saber controlar sus habilidades … todo era prueba y error. Año tras año, la ARET se fue puliendo y la cantidad de egresados iba aumentado lentamente hasta lo que ahora conocemos …

- … En este examen, ¿ustedes fueron los que nos atacaron en aquella noche? - preguntó Liam.

Leandro sonrió.

- ¿Lo notaron?

- Solo yo …

- No estaba equivocado entonces … Sí, en este ultimo examen, el objetivo de la ARET cambió … los que fallamos el examen anterior fuimos convocados para ser parte de la primera generación preparada para el examen de ingreso, aunque no todos pudimos lograrlo.

- ¿Sabes por que lo hicieron de esta forma? El poner animales salvajes como los tigres y hacer que peleemos entre nosotros … me parece absurdo.

Leandro se rio levemente.

- Sobre eso, ni yo sé la razón … nuestro profesor de la preparatoria solo nos comentó que vendrían varios cambios … y sobre el examen nos dijo que para que lo aprobaran al menos ustedes, no era necesario que se pelearan, sino que era más que todo una prueba de destreza mental …

Al escuchar tal afirmación, Liam observó un poco sorprendido a Leandro.

- Nadie de nosotros entendía a lo que se refería, pero sí que nos llevamos una sorpresa cuando la duquesa de Zaragoza anunció los resultados de la prueba.

Liam suspiró y cerró sus ojos.

- Que de entre todos los participantes, hubo un grupo que compartió sus código de ficha entre ellos sin tener la necesidad de pelearse por obtenerlas … … Su jugada parecía ser ilegal, pero no violaba ninguna de las reglas del examen … me acuerdo que ese día toda mi gente y yo nos quedamos resentidos por la oportunidad que les habían dado a ustedes.

- … Bueno, yo no desperdicio oportunidades. - respondió Liam.

- Qué humilde de tu parte … Como sea, retomando lo de Richard, él ya era más o menos así … solo te advierto que si te lo encuentras, tengas cuidado de su actuación.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó Liam.

En ese instante, la campana del término de clase sonó.

- Él … actúa ser como una oveja siendo su interior peor que un lobo. No te dejes llevar por sus palabras.

- … Entiendo, gracias por el consejo … Trataré de caer … así como tú lo hiciste. - respondió Liam amigablemente.

- ¿Qué? - al reconocer la intención del muchacho, Leandro sonrió dejando ver como crecía la amistad entre ambos.

Aquel día, ni Richard ni algunos otros alumnos repitentes asistieron a las clases.

 

Dejando parqueado la minivan escondida entre algunos arbustos, a unos cuantos metros estaban escondidos dos jóvenes quienes veían a lo lejos las rejas de entrada a aquella villa en Zaragoza.

- Y bien … ¿Cómo entramos? - dijo Glen mientras inspeccionaba la zona.

- … Primero veamos si hay cámaras de seguridad y luego ver si es que hay guardias cerca.

- Entendido, jefe. - respondió Glen como soldado.

Caminando discretamente por los alrededores, aquel par veía por todos lados tratando de saber como era el plano de aquel lugar.

Media hora había pasado, pero era más que suficiente para aquel par.

- Dos guardias en la puerta de rejas y uno a cada metro … cámaras de seguridad en cada poste … de seguro hay más dentro de la residencia. - murmuró Aren.

- También solo se han mostrado tres personas que no son guardias acercarse a las rejas … de hecho, puede que hayan más dentro …

- …

- La pregunta es … ¿utilizamos ese canal de regadío que encontramos para entrar?

- … No lo sé, parece muy angosto.

Entre las ideas que ambos pensaban para ingresar a aquel lugar, una voz vino a la mente de Aren.

- Ten cuidado del que te sigue los pasos. - fue la voz que solo escuchó el joven.

- ¿? … ¿Athenas?

- ¿Athenas? ¿De quien hablas? - preguntó Glen.

- No … nada … pensé haber escuchado algo.

 La voz no se volvió a escuchar.

La mirada de Aren se dirigió hacia su atrás, pero no vio a nadie. Aún así la advertencia resonaba en su mente.

- Intentemos por el canal de agua … es mejor que esperar aquí- comentó Aren.

- … Bien, vamos.

Ambos jóvenes se fueron hacia el lugar que hablaban tratando de no hacer ruido alguno; sin embargo, detrás de ellos apareció una silueta que los veía alejarse.