Con el tiempo, Marcos y Lia aprendieron a sanar juntos, a confiar el uno en el otro y a construir un nuevo camino hacia el futuro. Aunque el mar de desamores seguía agitado a su alrededor, encontraron en su amor la fuerza para navegar las aguas turbulentas y alcanzar la costa de la felicidad. Unidos por un lazo indestructible, se prometieron seguir adelante juntos, enfrentando cualquier adversidad que la vida les deparara.