Chereads / The Vengeance Will Come... Eventually? / Chapter 11 - Capítulo 11: ¿Está todo bien?

Chapter 11 - Capítulo 11: ¿Está todo bien?

Mientras Uzziel estaba con el samurái en los baños, llegó una morena voluptuosa y curvilínea como el chocolate caliente, de facciones anormalmente bellas, pelo violeta que le caía a la altura del cuello y ojos ambarinos. La diosa Psique.

Una de las pocas comparables a Aph... [ERROR ERROR ERROR ERROR ERROR ERROR ERROR Tiq- ERROR ERROR ERROR ERROR] Con vestido blanco y ornamentos dorados, la madura belleza parecía haber venido del mismísimo Egipto, aun perteneciendo a otro Panteón.

Al entrar en la sala, se recostó en un sillón blanco y comió unas uvas dispuestas en una bandeja contigua mientras esperaba al joven favorecido por su suegra.

[El Dios del Sol mira con deseo]

[El Dios del Deseo mira con celos]

[Varias Diosas miran con envidia]

-Tranquila cariño, sólo tengo ojos para ti- expresó Psique antes de enviar un beso al cielo.

[Varias Dioses miran con envidia al Dios del Deseo]

En pocos minutos apareció Uzziel, vestido con un traje negro de dos piezas cuya marca ya se había mencionado, y un reloj (de una famosa marca conocida por patrocinar campeonatos de tenis) dorado en su muñeca.

Entró y saludó a la hermosa Diosa que yacía cerca del centro de la sala. Detrás de él, brevemente, aparecieron 3 Samurais con chichones en la cabeza.

60 de 100, diría mi suegra.- pensó la bella dama.

Una parte de Uzziel babeaba por la mujer que tenía delante. Otra la miraba con recelo. 

Con calma, se sentó en una silla frente a la morena que acababa de terminar un racimo de uvas.

-Muy guapo, como una muñeca de porcelana~ observó coqueta la mujer antes de levantarse con elegancia y acercarse al joven que mantenía la mirada fija en ella.

Se posicionó frente al muchacho y examinó su semblante, pronto se acercó al costado de su rostro con una suave y tersa mano derecha, al segundo se agachó acercándose a su oreja lenta y sensualmente mientras las piedras ámbar de su rostro brillaban con poder. Un rico y potente aroma a hierbas como la pasiflora, la valeriana e incluso la amapola le envolvían.

[Varias Deidades sienten envidia de Uzziel]

-Dime Uzzy, ¿eres igual de frágil? Porque vamos a com-pro-barlo~.

Uzziel perdió el conocimiento.

Despertó lentamente, no era la primera vez que le pasaba y no sintió el peligro de la anterior. Sintió sus extremidades detenidas, observó que estaban atadas a una especie de cuerdas blanquecinas de luz que lo mantenían en medio de la oscuridad total como flotando. Hizo un movimiento para ver si lo soltaban.

-Tranquilo pequeño, la Diosa del Alma te tiene, mientras cooperes nada puede malir sal.- dijo la Diosa con seguridad sosteniendo una especie de libreta sentada en un sillón materializado en el vacío abrumador antes de morderse la lengua involuntariamente.

Uzziel no sintió ninguna seguridad en sus palabras.

[Varias Deidades desconfían de las palabras de Psique]

-¿Dónde estamos?

-Dentro de tu alma.

-¿Por qué estoy inmovilizado?

-Para ahorrarme problemas innecesarios, si es que los hay.

-¿Quieres respuestas a tus preguntas? -habló inmediatamente la bella mujer para evitar más preguntas.

Uzziel asintió.

-Bueno, entonces coopera -respondió con una sonrisa.

-Primero: ¿Cómo te llamas? -preguntó la divina morena.

El chico recordó la sensación que lo sacudió la primera vez, imágenes destellaban frente a Uzziel entre estática, el ruido de la batalla, una luz abrumadora y otras que no podía entender entre incesante ruido mental, una marea de información que parecía derramarse de su cerebro.

«UN REGALO DE DESPEDIDA, HIJOS DE PUTA». [ESTÁTICA] [Crujir de dientes y dolor] «¡Seré... la... más Brillante!» [ESTÁTICA] «Debería haber traído otro cigarro...» [sonidos de una pistola amartillada entre estática y un sonido bajo casi como el grito de una bestia] [ESTÁTICA] «El precio del coraje...» [ESTÁTICA]

«Una espada cayó.

Una mano un cigarro encendido,

Una pistola amartillada.

Una chica lloró

Enojada con su Dios.

Una vida no nacida no sabía,

Su madre las palabras pronunciadas.

La sangre se heló.

Una risita entre Los Cielos surgió y se desvaneció...»

-T-tsu T-tet-tsu Tetsu, Gal-EN Tetsu Gale-N Tetsu Tetsu Galen Galen Tetsu N-nAr-A Tetsu NaRa GALEN AE-T-tsu T-tet-tsu Tetsu, Gal-EN Tetsu Gale-N Tetsu Tetsu Galen Galen Tetsu N-nAr-A Tetsu NaRa GALEN AE-T-tsu T-tet-tsu Tetsu, Gal-EN Tetsu Gale-N Tetsu Tetsu Galen Galen Tetsu N-nAr-A Tetsu NaRa GALEN AE-T-tsu T-tet-tsu Tetsu, Gal-EN Tetsu Gale-N Tetsu Tetsu Galen Galen Tetsu N-nAr-A Tetsu NaRa GALEN AE-T-tsu T-tet-tsu Tetsu, Gal-EN Tetsu Gale-N Tetsu Tetsu Galen Galen Tetsu N-nAr-A Tetsu NaRa GALEN AE-T-tsu T-tet-tsu Tetsu, Gal-EN Tetsu Gale-N Tetsu Tetsu Galen Galen Tetsu N-nAr-A Tetsu NaRa GALEN AE.- 

Resonaban con eco en su mente, en intervalos irregulares.

[(sonido de notificación) ¿Sobrevivirá el chico? SÍ (2.0) / NO (1.05)]

[El Mesías de la Espada se preocupa por su discípulo]

[Varios Dioses participan de la apuesta]

Uzziel empezó a sudar frío, no podía controlar sus palabras, sus pensamientos.

Intentaba aferrarse a algo para no perderse en el mar turbulento, en las palabras de Mona, de Marie, de Afrodita, sus primeras amigas; de su maestro.... que parecían perderse en la verborrea demencial que cruzaba su mente.

«Deja atrás el pasado, busca la luz en el presente». Llegó con voz suave a su mente.

-Ts-u, su, U U U U U Tsu T TTTTT, UuU,U UU UU UU UU U Tsu, tet.Ts-u, su, U U U U U Tsu T TTTTT, UuU,U UU UU UU UU U Tsu, tet.Ts-u, su, U U U U U Tsu T TTTTT, UuU,U UU UU UU UU U Tsu, tet.Ts-u, su, U U U U U Tsu T TTTTT, UuU,U UU UU UU UU U Tsu, tet.Ts-u, su, U U U U U Tsu T TTTTT, UuU,U UU UU UU UU U Tsu, tet.Ts-u, su, U U U U U Tsu T TTTTT, UuU,U UU UU UU UU U Tsu, tet.

-Esta mierda parece peligrosa....

«Así que con U, ¿eh?»

-UUUU... ¡¡¡UUUU!!!

«...Todo nuevo comienzo viene del final de algún otro.»

«¿Qué piensas de Uzziel?»

-Recuerdo cuando Lisa nos nombró, mientras extendía una túnica con un par de zapatillas- hablaba con melancolía un hombre pálido de pelo rojo sentado en un tronco mirando frente a una fogata en el oscuro vacío, solo el sonido de la madera quemándose y crujiendo junto con la suave voz del chico.

Frente a él, 2 hombres de rostros familiares escuchaban atentamente: uno de pelo negro despeinado y rasgos orientales que sostenía una katana envainada; otro de rasgos europeos y semblante seductor, apestando a tabaco y perfume de mujer; y otras figuras que no logro distinguir, de diferentes formas y tamaños.

Los adultos se miraron entre sí.

De un momento a otro, el joven sintió que lo regurgitaban al lugar vacío donde estaba atrapado.

-¡Uzziel!- gritó, abriendo los ojos, e inmediatamente el mar de palabras pareció relajarse un poco, aunque seguía notablemente agitado y sudoroso.

-¿Está todo bien?

-No.

-¿Quieres continuar?

-¡SÍ!

- ¿Qué deseas? -preguntó la Diosa mientras tomaba nota en su cuaderno. La pregunta resonó en lo más profundo de su pecho. Un dolor de cabeza, un ruido agudo en sus oídos.

«...¿Cuál es tu deseo?»

Un campo de batalla, una espada, un revólver, un puro, el resplandor, una llamada, demonios, ira, sangre, deseo, deseo, no veo, un instante, vivir, deseo, incesante, valor, dolor, ira, frustración, anhelo, rabia, sangre, deseo, sacrificio, venganza, venganza, paz, un puro, mujeres, instante, tiempo, puro, deseo, fuerza, guerra, vida, instante, ira, control, AYUDA, paz, sexo, guerra. 

Su voz parecía cambiar con cada palabra, un resplandor se formaba en su pecho, las imágenes en la proyección fluctuaban constantemente.

Psique lo miraba concentrada, ojeando alternativamente su cuaderno.

-Tranquilo, lo estás haciendo bien... sólo... -se dijo a sí misma, aunque las palabras llegaron al joven: «Respira» con calma y resonó en el mar mental del hombre pálido.

Le llegó el eco de las palabras de su maestro: «La verdadera belleza de las artes marciales reside en dominarse a uno mismo más que en derrotar al oponente».

-Respira, respira, anhelo, ansia, venganza, kintamas, deseo, cigarro, poder, fuerza, disciplina, tiempo, aire, ayuda, paz, guerra, vivir, vida, paz, disciplina, calma, respira.... Sólo respira...- dijo, pensaba mientras trataba desesperadamente de estabilizar su respiración.

Las cicatrices alrededor de su cuerpo parpadeaban intermitentemente.

-¡Sé el mejor Kenshi! De niño solía decirlo todo el tiempo mientras sostenía una espada de madera… No tenía padre ni madre, pero en el orfanato, cada vez que volvía de los miércoles de Kendo con Sensei, anhelaba aún más conseguirlo.... Verle orgulloso de mi me empujaba a hacerlo mejor para recibir otra felicitación, un cariño en mi pelo, le veía como un padre, pensaba que si.... me esforzaba lo suficiente podría tener esa felicidad para el resto de mi vida, realmente sólo... Quería ser feliz.... Quería... [ESTÁTICA] una familia... [ESTÁTICA]...- explicó Tetsu mientras sus manos temblaban abrazando la katana mientras miraba el fuego de una hoguera ya en brasas.

Uzziel lo miraba con tristeza y comprensión, al igual que el adulto a su lado que apestaba a tabaco y perfume de mujer, sentía el mismo sentimiento proveniente de las otras figuras.

La imagen de un niño sonriente con las manos ensangrentadas mientras sostenía un bokken hacia el cielo vino a la mente de Uzziel y se reflejó en la pantalla.

Tetsu miró a Uzziel con una sonrisa. - Quién me iba a decir a mí que acabaría comprendiendo el camino de mi espada... -consiguió garabatear Uzziel mientras volvía a regurgitarse.

-Seguir el camino de mi maestro y ser fe- eliz,- dijo Uzziel tras sentir de nuevo la sensación de ser regurgitado en el familiar vacío.

-Mmh...propósito y deseo..... 99,99% de integridad... -murmuró Psique mientras miraba su cuaderno.

[Varias Deidades están decepcionadas con el resultado. El pozo será distribuido...]

[El Mesías de la Espada se regocija con los resultados]

-¿Q-qué es eso...?

-Parte de ti se niega a aceptarte.

-Pero chico, creo que estás listo para una charla más íntima.

Con un ademán de la divina Psique, las ataduras se aflojaron, el cansancio se atenuó y el muchacho se dejó caer flotando en un sillón.

-Esas «imágenes» que acuden a tu mente son, en efecto, recuerdos, como has podido comprobar. Sin embargo, no son tuyos como tales.

Uzziel se acomodó en su silla, prestando mucha atención a las palabras de la Diosa.

-Sabes, cuando te conocí, bueno, tu alma. Era fragmentos... esparcidos en el Vacío, 

consumiéndose lentamente. Tuviste suerte de ser un espectáculo agradable, de lo contrario no estaríamos charlando aquí.

-Con esos fragmentos y la ayuda de otras Deidades tuvimos que unirlos y pegarlos, algo así como un rompecabezas pero debido a tu desafortunada situación tuvimos que hacer las piezas faltantes con otras piezas.

Uzziel parecía atónito, no quería creer las palabras de la Diosa pero en el fondo de su alma sabía que eran ciertas.

[Varias Deidades no se sorprenden por la reacción]

-Quizás así sea más fácil de entender.

En el vacío comenzaron a dibujarse 3 piezas de diferentes formas y tamaños y colores, desgastadas, con un espacio roto y faltante en el medio.

-Ese hueco tuvo que ser recompuesto con el poder combinado del Panteón y algún pegamento especial.

-El pegamento especial y las piezas, como puedes imaginar, pertenecían a otras «personas». La combinación de estas personas dio como resultado a ti. Pero tú eres y no eres, al mismo tiempo, esa persona.

[Varias Deidades no entendieron la explicación]

-No puede ser… ¿verdad?... Quiero decir que yo soy yo, sé que soy yo pero también ustedes? Dijo Uzziel a los que tenía enfrente.

-¡Es de mala educación no prestar atención cuando te hablan! Además ¿has oído hablar del dilema Barco de Teseo? Porque es lo mismo.

-Entonces, nosotros....- le dijo Tetsu al tipo que tenía al lado.

-Tranquilo, Tito, deja hablar a la bella dama- le dice un europeo de buen ver a su camarada cerca del fuego apoyando una mano en su hombro.

-Está claro que...

-¿Soy un puto barco para ti? -pregunta Uzziel con rabia a la Diosa.

La bella dama lo miro sorprendida.

«Este estúpido humano si tan solo no le gustara a esa bruja». Pensó para sí misma con evidente asco en su rostro.

-Toleraré tu actitud por el momento, bastardo maleducado siempre y cuando me escuches, atentamente. -Amenazó al muchacho.

-Eh, como iba diciendo: Me queda claro que ya debes haber interactuado con una o dos piezas, la complejidad de tu situación ya trae problemas hasta para el Panteón pero oye, ¿por qué no aprovecharlo?

-Como te han dicho algunos, no eres un aspirante normal. Aunque el alcance de tu habilidad sólo saldrá completamente a la luz después del Sorteo. Pero está clarísimo que tendrás un comienzo más accidentado que la mayoría.

Uzziel estaba preocupado por las palabras de la hermosa Diosa.

Sonó una alarma.

-Parece que nuestro tiempo ha terminado -dijo la hermosa morena sacudiéndose el pelo mientras se levantaba y el espacio que los rodeaba desaparecía junto con el cuaderno.

-Bueno, un colega siempre decía...- Dijo Psique con el recuerdo en su mente mirando a una de las esquinas de la habitación. 

-Yo sólo puedo enseñarte la puerta, eres tú quien tiene que atravesarla- dijo la Diosa seriamente mirando a Uzziel.

-Aprende a llevarte bien, debería ser cuestión de instinto interactuar unos con otros, tal vez hasta un arma podría salir de ahí, eventualmente.

Uzziel se interesó por la última frase.

Una puerta se abrió y un guerrero corrió como una madre a proteger a su hijo.

Uzziel-seito, muchacho, ¿está todo bien? ¿Te ha hecho daño esta bruja fea? -Examinó y acarició al joven, que rió incómodo al sentir las cosquillas de las manos callosas de su maestro.

-Nada que el tiempo no pueda curar, supongo... -dijo el muchacho con el rostro aún más pálido que de costumbre.

Quién diría que el valiente espadachín, el otrora más temido y adorado bajo los cielos mostraría tal debilidad por un simple humano. Habló la sensual morena antes de retirarse.

-Dile a esa zorra de Afrodita que tome esto como pago y que no vuelva a interferir en mi vida con Eros.

Hasta luego Uzzy, espero que Tique te sea propicio. Expresó la voluptuosa mujer antes de retirarse con expresión altiva.

Ese tipo de zorras son las que me vuelven loco -dijo una parte de Uzziel en su cabeza mientras el chico despedía a la mujer con una mirada embobada.

-Sensei, ¿es posible que tenga un rato a solas?" preguntó Uzziel con seriedad.

«Por supuesto, todo el que necesites, solo recuerda que nos quedan pocas horas. Hay un guardia fuera, avísale cuando estés listo».

Musashi se levantó y caminó lentamente hacia la salida de la habitación, el chico permanecía con expresión neutra y la mirada al frente. Al llegar a la puerta, se aferró a su marco y respiró hondo antes de soltar unas palabras.

No necesito recordarte mis lecciones... ¿o sí?

-La verdadera belleza de las artes marciales reside en dominarse a uno mismo, más que en derrotar a un oponente -dijo el muchacho.

-Cuerpo, mente y kintamas.- Afirmó, apretando los puños.

-Entonces no tengo nada de qué preocuparme.

Una puerta se cerró.

Uzziel estaba sumido en sus pensamientos:

«Recuerdo la sensación del Vacío, el calor de la hoguera, pero no entiendo muy bien cómo llegar a ese lugar. ¿El estrés tiene algo que ver o...?».

Convenientemente una barra de notificaciones apareció en su PENE, esta tenía varias, entre ellas la más interesante: [Habilidad agregada: Pase a Hall de Alma]

Uzziel estaba por presionar una especie de botón pero una parte de sí sintió que aún no era el momento correcto, respiró profundamente con sus ojos cerrados y una mano en su pecho. Seguidamente se retiró de la habitación.