Musashi se retiró preocupado, recorrió los bellos jardines orientales de los dominios de su igual, observó con melancolía los campos.
Pensaba en el joven elegido, tanto por sí cómo por el Destino, para sus maquiavélicos planes, se lamentaba en su segunda agenda que no había compartido, en los secretos que debía guardar debido a su naturaleza y la del pálido muchacho. Pensaba en la guerra del futuro, la paz del hoy y la incertidumbre del mañana para el pelinegro y los suyos.
"¿Sensei por qué la cara larga?" escuchó tras de sí.
El viejo espadachín se sobresaltó, girando rápidamente trató de asumir un semblante serio con notoria vergüenza.
"¿Hace cuánto estás aquí?"
"Un par de minutos, el guardia de fuera me dijo donde iba y lo llevo siguiendo un rato".
"Ah…¿Te sirvió el tiempo a solas?"
"Para nada, cambié de opinión, ya lo veré cuando reencarne."
"mmm… Está bien. Si ya no nos quedan pendientes, no es mal momento para dirigirse al Sorteo de Mundos."
Uzziel mostró sorpresa en su rostro a la vez que una sonrisa aunque parte de sí no pudo evitar sentir una leve preocupación y algo de tristeza. El momento que había leído en su guía, el punto culmen de su partida, estaba llegando…
Varios minutos pasaron, Uzziel se dió cuenta que hacía ya tiempo no miraba el tiempo restante hasta El Sorteo, ya no se sentía nervioso, abrumado por lo desconocido, sentía confianza, en sí y en los suyos.
El par, discípulo y maestro, Dios y Elegido, se dirigieron de vuelta al edificio central de los dominios de Hachiman, allí Musashi pidió ser escoltados ante el mencionado Dios.
Ambos se reunieron con el cuarteto conocido quienes se encontraban en el segundo patio interior supervisando el entrenamiento de otros sirvientes menores del Dios. Honda, Uesugi y Takeda mantenían una expresión sombría, con notables moretones frutos de la reprimenda por sus acciones previas con Uzziel.
El chico ya no le daba importancia, los otros tres aún no podían digerir la derrota autoproclamada en sus corazones.
[Varias Deidades miran al trío de Siervos burlonamente]
"Uzziel-kun, espero que tu reunión con Psique-no-kami haya sido fructífera" expresó Hachiman.
El joven asintió y le dirigió una reverencia.
"A pesar de lo tormentosa de la experiencia he adquirido mayor resolución y confianza." habló el joven con notoria convicción.
Tras de sí el renovado Dios Espadachín revisaba una pantalla con sus ojos brillando de codicia por los números que allí se mostraban.
"Parece que a tí también te resultó "beneficioso" tal proceso Musashi-san…" habló Hachiman dirigiendo una mirada al Dios quien rápidamente cambió su atención de lugar tratando de lucir serio ante su igual.
[Varias Deidades lamentan las pérdidas generadas por la apuesta.]
Hachiman se adelantó, el pelinegro se ubicó a un costado, junto a los tres Siervos, Musashi mostró sorpresa y su igual dispuso el brazo izquierdo sobre los hombros del espadachín inclinándose ligeramente.
"Hablando de beneficioso… no es mal momento para percibir algo por mi ayuda ¿no?" dijo el Dios extorsionando a su igual con una sonrisa sólo atribuible a Buda mientras hacía un ademán referente al dinero con su mano libre.
Musashi suspiró resignado mientras veía la divisa evaporarse en su mente…
Uzziel no terminó de entender la situación de los Dioses y les dirigió una confusa expresión. Enseguida vió la hora:
[03:00 del 7º día. Tiempo hasta el Sorteo de Mundos: 21 hora, 0 minutos]
Poco después mientras Musashi y Hachi seguían hablando en esa incómoda posición una sombra carmesí apareció en un flash tras los Dioses, una mujer de vestimentas en tela carmesí que cubrían la mayoría de su cuerpo. Apareció agachada para luego levantarse y dirigirle un solemne saludo al par de Dioses.
"Mis señores, los arreglos se encuentran preparados, podemos partir cuando gusten" expresó una calmada y femenina voz.
Ambos dioses se separaron y dirigieron su vista a la recién llegada. Uzziel observó desde el costado unos bellos ojos negros, el contorno algo pálido de un rostro levemente visualizado entre las telas que cubrian su cabeza, la imagen de un tigre similar al de Takeda en su espalda. Parte de sí ansiaba ver los secretos bajo el carmesí de la tigresa el que dejaba a la interpretación una tonificada y desarrollada figura en el tren inferior.
"¡Chiyo-chaaan!" expresó Takeda en un agudo y juguetón tono mientras una particular expresión de alegría colmaba su rostro.
"Takeda-jichan…" respondió la mujer con una sonrisa en el rostro y una vena marcada en su frente.
El samurai corrió dando brinquitos hacia la Kunoichi, esta a su vez se giró y recibió al empalagoso Takeda con un o-guruma, dejándolo con su cabeza enterrada entre los adoquines del patio ante la atónita mirada de Uzziel, al resto parecía no sorprenderle las acciones de la kunoichi, Honda y Uesugi se aproximaron donde yacía Takeda para sacarlo.
"Cuántas veces tengo que repetirte que ya no soy una niña, bastardo" expresó con notorio enojo en la voz aquella mujer, ahora con una particular expresión que dirigía su sed de sangre a aquel samurai que, cual avestruz, se encontraba noqueado en la tierra mientras sus compañeros tiraban de su cuerpo a la vez que Uzziel se aproximaba a ayudarlos.
"Qué fluida técnica… ¿rōjin, quién es esta dama?" consultó Musashi mientras observaba a Takeda quien era retirado del agujero en el suelo por Honda y Uesugi tras lo cual Uzziel azotaba su rostro con palmetazos para despertarlo.
[Varias Deidades ríen con el espectáculo]
"Es el reemplazo de Hanzo-dono, Mochizuki Chiyome-san" indicó Hachiman a la vez que la joven kunoichi le dirigía a Musashi una nueva reverencia.
"¡Mi bellísima sobrinita!" indicó Takeda aún mareado mientras levantaba un índice hacia los cielos.
"Ooh así que por fin jubilaron al antiguo líder, debes ser bastante fuerte ¿No Chiyome-chan?"
"Lo suficiente para ser de utilidad a mi señor, Miyamoto-dono."
"Aún con la autoridad de los Dioses los shinobis siguen teniendo su uso, todo Siervo es útil en base a sus habilidades." observó Hachiman con orgullo.
"Ya veo, mejor no ahondar en detalles por el minuto…" expresó el espadachín con seriedad.
El Dios Patron del Panteon Nippon asintió.
"Es hora de que partamos" finalmente aseveró.
La comitiva se dirigió a una especie de carruajes dispuestos en la entrada a la cual se sumaron demás siervos menores del Dios Nippon quienes habían sido escogidos para reencarnar. Aquel que encabezaba la caravana estaba dispuesto para el grupo. Todos estaban adornados con colores rojos y blancos, ocho estandartes lucían distribuídos entre los varios vehículos. Tanto valquirias cómo pegasos vestían armaduras adornados con grabados propios de la Casa.
"Acomodense, es algo largo el viaje." Dijo Hachiman.
"¿Queda lejos el lugar del Sorteo?" consultó Uzziel al Dios.
"Nah… tan solo hay que cumplir con una solemnidad" dijo Musashi mientras observaba la ventana con tedio.
"Honda-san, en el intertanto: ¿Podría orientarme sobre el Sorteo de Mundos?" preguntó Uzziel al experimentado Siervo mientras se dirigían al carruaje que los llevaría al punto de encuentro del Sorteo, en el centro del Panteón.
"El Sorteo de Mundos, sujeta a Destino, es la instancia donde los reencarnados elegidos por los Dioses bajan al mundo que le toque dependiendo de la propia suerte, por lo general se intercambia a mundos similares a los de origen pero con sociedades más o menos avanzadas, con desarrollo mágico y/o tecnológico variable, también cuentan con características únicas dependiendo del mundo." relató Honda.
"Las variaciones que da el algoritmo tratan de regirse por principios justos para que no existan facilidades y/o dificultades abismales entre los elegidos.." expresó Takeda.
"... pero Tique te tiene el ojo echado así que reza por que la Diosa no te vaya a dar una vida de mierda".- complementó Uesugi dentro del carruaje.
"¿De qué forma lo determinan?" siguió el pelinegro y pálido joven.
"Por lo general la señorita hace algún juego de azar, cada tanto los va alternando." agregó Chiyome-san.
Uziel se sintió más relajado al entender mejor la dinámica del Sorteo.
"¿Ustedes también reencarnarán?"
El séquito de Hachiman dirigió sus miradas a su patrono quien iba mirando el paisaje con sus brazos cruzados. Así también lo hizo Uzziel.
"Chiyome-san, el deber llama…" estableció el Dios. La referida asintió con la mirada cubierta por la capucha carmesí.
La procesión cruzó los cielos solemnemente hasta un apoteósico Casino en la zona central del Panteón sin Fin. A él montones de otros carruajes concurrían cual estrellas en el firmamento. grandes luces se proyectaban al cielo nocturno cual letrero de 20th Century F*x antes de que el ratón la comprara.
[Notificación: Entrando al Sorteo de Mundos, acceso a transmisión concedido, opciones desbloqueadas. Una poderosa autoridad bloquea La Visión]
Un ícono se desplegó en el sistema de Uzziel.
"Muy buenas a todos, guapísimos… Aquí Heródoto con la cobertura exclusiva del Sorteo de Mundos!"
Habló un hombre de mediana edad con entusiasmo desde una pantalla que se materializó en el espacio frente al joven. Hachiman hizo un ademán, la misma se agrandó y se desplazó al costado de Musashi tapando su vista al exterior y causando su enojo.
"El día de hoy se esperan tres mil nuevos Elegidos además de aquel que ha agitado las aguas últimamente." Una foto de Uzziel se materializó sobre la mano izquierda del periodista unos instantes.
"La cifra de Regulares se ha mantenido estable y se espera que Iggy participe de la presente selección" Un joven de brillante sonrisa y roja cabellera se proyectó sobre la mano derecha del periodista posando cual superhéroe colmado de confianza.
Musashi se emocionó y puso sus ojos en aquel tipo. Los sirvientes quienes ya observaban la transmisión mostraron sorpresa. Hachiman se masajeó la sien aproblemado.
"Aagh, ese bastardo roto…" expresó con notorio desagrado Honda.
"¿Quién es ese tipo?" preguntó Uzziel al alto samurai mientras la trasmisión continuaba y el periodista dirigía preguntas a los elegantes invitados que bajaban de los carruajes entre flashes de cámaras y público cuál gala previa a un importante evento.
"El campeón de Tártaro y Caelus, el más cercano a Dios…"
"¿Es el Elegido de Dos Dioses?"
"No solo dos Dioses cualesquiera shonen, dos Dioses Primordiales, aquellos que están a igual distancia: Los más profundos confines de la tierra, lo más alto entre los cielos." dijo seriamente.
Uzziel no entendía bien la magnitud del poder de tal tipo aunque comprendía que era fuerte por sobre límites divinos que aún le era imposible siquiera visualizar.
"Ese tipo no lleva demasiado tiempo en el juego pero ha superado a casi todo el plantel de sirvientes en el Panteón durante su paso por el Coliseo por si no fuera poco tiene demasiadas pasivas y habilidades así como… mmm" Honda se detuvo a pensar un momento y le dirigió una mirada a su patrón.
"Ya estamos oficialmente el Sorteo así que no va contra las reglas liberar información sobre opciones de las que ya tiene liberadas" dijo Hachiman.
"¿Musashi-kami…?" consultó el alto guerrero. el referido asintió y se dirigió a su discípulo.
"Uzziel-san, revisa tu pestaña de estadísticas". ordenó el maestro.
Finalmente pudo acceder a una de las opciones bloqueadas, en ella se desplegó lo siguiente:
Estadísticas:
HP
100
Fuerza
30
Destreza
50
Inteligencia
20
Sabiduría
10
Carisma
8
Suerte
410
MANA
0
VEL/ATTACK
1.00
Fuerza de alma - Básica
PODER ALMA
0.00
FÍSICO
500.00
500.00
MÁGICO
460.00
460.00
Habilidades:
[Ocho Estandartes]:
Fuego: Resistencia aumentada al elemento fuego. Afinidad elemental.
Agua: Resistencia aumentada al elemento Agua. Afinidad elemental.
Tierra: Resistencia aumentada al elemento Tierra. Afinidad elemental.
Viento: Resistencia aumentada al elemento Viento. Afinidad elemental.
Sol: Resistencia aumentada al elemento Sol. Afinidad elemental.
Luna: Resistencia aumentada al elemento Luna. Afinidad elemental.
Oscuridad: Resistencia aumentada al elemento Oscuridad. Afinidad elemental.
Vacío: Inmunidad a magia bajo grado Semidiós, resistencia aumentada a elementos.
No es posible emplear magia.
[Niten Ichi Ryu]: Arte original de manejo de la Espada desarrollado por Miyamoto Musashi.
Competencia enormemente reducida con demás armas.
Habilidades del Estilo [requieren entrenamiento para perfeccionar]: [Chūdan-no-kamae] [Gedan no Kamae] [Jodan no Kamae] [Waki no kamae] [Hasso no kamae] [Iaido]
Pasivas: [Ambidiestro] [El camino de la Espada] [Light Carrier] [Lucky Bast*rd] [March As One v.1 / 9] [Kiss of the Lusty Goddess] [The Last Remnant of a Death World] [Programa Especial de Navegación para Elegidos (PENE) - Etapa 1/3]: Sistema integrado de ayuda para reencarnados elegidos por un Dios. Conforme la fuerza del dueño adquiere mayores funciones y afinidad con el usuario. [Fate Dummy] [Favor de Dios de la Forja (1/3)]
Debuffs: [Shattered Glass]
[Acceso restringido a demás información general]
Uzziel quedó estupefacto por los números e información que se proyectaban en pantalla.
"mmh." Honda aclaró su garganta. "El sistema permite visualizar información tanto sobre tí cómo del mundo pero requiere que completes tareas para expandirlo lo cual solo podrás una vez que reencarnes. No te confíes en las estadísticas, estas son engañosas, aquellos que dominan su poder de alma pueden ocultar su presión e incluso aquellas para el público, dirige tu mirada a mí y piensa en información."
Estadísticas:
HP: 100.0
Fuerza : 82.0
Destreza: 218.0
Inteligencia: 10.0
Sabiduría: 130.0
Carisma: 10.0
Suerte: 70.0
MANÁ: 8.0
VEL/ATTACK: 8.00
Claramente no podía compararse a los números que exhibía hace un momento su propio ser.
"Da otro vistazo." ordenó el Siervo de Hachiman.
Enseguida los números comenzaron a aumentar explosivamente.
Estadísticas:
HP: 291,469,518,721,200
Fuerza: 142,830,553,943,728
Destreza: 1,027,406,625,842,900
Inteligencia: 242,891,265,610
Sabiduría: 346,502,812,501,040
Carisma: 242,891,265,610
Suerte: 11,901,672,014,470
MANÁ: 155,450,409,992
VEL/ATTACK: 16.00
Fuerza de alma - Semidios:
PODER ALMA: 43.75
FÍSICO: 3,671,099,973,458,050.00
MÁGICO: 1,039,308,297,857,370.00
Habilidades:
[Ocho Estandartes -dominado-]
[Acceso restringido a demás información general]
"Claro que esto es sin los buffs de batalla." expresó con orgullo el primer puesto de poder bajo la tutela de Hachiman riendo.
"Tampoco podrás saber de las habilidades hasta haberlas visto, sufrido, o bien sin haber leído registros de las mismas en tu respectivo mundo. Lo mismo para los demás en tu situación, ten en cuenta que será probable que te encuentres con otros reencarnados, benefíciate de la ignorancia ajena y no descuides tu guardia… Tampoco mires sin preguntar, es de mala educación entre los reencarnados y puedes perder el elemento sorpresa si no tienes cuidado."
Uzziel miró en dirección a su maestro y este le dirigió un gesto en respaldo a las palabras del samurai.
El carruaje progresivamente comenzó a bajar la velocidad y altitud hasta detenerse al costado de una alfombra roja que se dirigía a la entrada principal del opulento casino, dominio de Tique.
"Caballeros, Chiyome-san este lugar requiere una vestimenta más…apropiada." observó Hachi antes de tronar sus dedos.
Al gesto los ropajes de todos los varones al interior cambiaron por unos trajes de de gala negros, su apariencia general se notó más limpia y cuidada. Musashi y Hachiman portaban kimonos ceremoniales negros y sandalias, uno con los kanjis "剣聖" en tipografía blanca y el otro con ocho estandartes grabados en la espalda, respectivamente.
"Al menos dejaste las katanas, ojisan…" dijo Musashi mientras apreciaba la vestimenta.
"Aunque la mona vista de seda…" expresó Hachi.
"Mi señor… cree que pueda portar algo menos… ¿revelador?" expresó con vergüenza la kunoichi tratando de cubrir el prolongado corte en V de un carmesí vestido que dejaba pocas curvas a la imaginación bajo una delgada malla negra con unos brazos cubiertos por guantes largos de igual material. El vestido terminaba en una gloriosa apertura que dejaba expuesto un sensual muslo derecho, rematando en un calzado de afilados tacones.
"Nah, te queda bien." respondió el Dios, los demás hombres en el carruaje asintieron enérgicamente con brillo en sus ojos y rubor en su rostro. Una parte de Uzziel alabó la elección de la deidad Nippona.
"Antes de la selección nos vamos a separar." dijo Musashi a su discípulo.
"Te lo encargo Chiyo-san." expresó tocando el hombro de aquel paliducho que miraba lascivamente a la mujer frente a sí, sacándolo de su abstracción.
La ninja asintió seriamente en dirección al Dios.
El vehículo finalmente se detuvo, alguien golpeó antes de ser abierta por una valquiria, todos trataron de acomodar su trajes, desde fuera cháchara y el sonido de flash filtró hacia el interior.
"Señores, hora del show." habló Hachiman antes de salir, arrastrando del brazo consigo a la bella Chiyome quien parecía sorprendida más se mostraba dócil con el actuar de su patrón. A continuación bajaron Honda, Takeda y Uesugi cual guardias, por último Musashi y Uzziel.
El chico miró brevemente el paisaje antes de ser empujado dócilmente por su Sensei.
Desde los laterales a la alfombra roja diferentes personas trataban de obtener respuestas, fotos y entrevistar a los recién llegados.
"¿Señor Miyamoto cómo pudo aguantar tanto tiempo en ascetismo?"
"¡Mente, cuerpo y kintamas!" expresó el espadachín mientras avanzaba acompañado de su discípulo.
Más adelante el séquito de Hachiman sufría el mismo destino.
"¿Takeda, Uesugi, quien será su siguiente rival en el Coliseo?"
¿Son ciertos los rumores que pelean juntos hasta en la cama?"
"Tch, no prestes oído a estos mequetrefes kyodai" dijo Takeda su contiguo.
"¿Honda-dono, es cierto que recibió una suma considerable por dejarse matar una vez por la señorita Monna de Afrodita?"
"Sin declaraciones, hablen con mi abogado."
"Todos parecen bastante famosos Musashi-sensei" indicó Uzziel.
"Piensa en esto cómo un gran Reality, todos son contenido a exprimir, nadie se salva. Todo está maquetado y es Tique quien dirige el show."
"Musashi-san ¿Que se siente entrar al top de donaciones por las fotos de su discípulo al des…? ¡Mmh!"
Uzziel y Musashi levantaron una ceja en sorpresa, el segundo rápidamente se desplazó.
"Jejeje, qué te parece si te doy una exclusiva más tarde ¿eh?" dijo el Maestro Espadachín alternando entre su discípulo, con falsas carcajadas y distensión, y el periodista que sostenía con la boca tapaba por su mano mientras le pasaba una tarjeta con el otro.
"pff periodistas, pueden ser muy insistentes ¡jejeje!" expresaba el antaño viejo insistentemente
"Mira la hora que será mejor apurarse ¡jajaja!" dijo el hombre mirando a un inexistente reloj en su muñeca para luego empujar a un enojado Uzziel quien formaba un puchero en su rostro.
–
Ingresamos por una gran puerta, tras ella había un amplísimo salón, con juegos de azar, sirvientes, y música en vivo. Dos grandes escaleras blancas ascendían en U a otro gran espacio en el segundo piso. En lo alto y al medio de estas había un mirador donde una chica observaba colgada de la baranda mientras movía sus pies. Una pequeña de blanco pelo y heterocromía con la que crucé brevemente la mirada y un perro conocido que fumaba un puro a su costado mirando con desdén a la muchedumbre.
Nada mal a big Vegas kinda casino, stay sharp Uzzy.
¡Woah! es… enorme.
Tú te criaste en el campo ¿no Tito?
Si, nunca tuve oportunidad de conocer estas cosas por dentro…
Poor fella…
Mis copilotos últimamente andan… parlanchines.
"Bastante opulento" escuché decir a mi maestro.
"Hachi-ojisan ¿Ahora qué?"
"Gasta unos créditos mientras esperas es un casino ¿No? Al rato nos vemos." Lord Hachiman se alejó despidiéndonos con un signo de paz junto a sus 3 sirvientes.
"mmh… ciertamente no he cultivado el arte del juego…" lo escuché murmurar pensativo antes de dar su despido. Los Dioses subieron y el resto de mortales quedaron abajo salvo los Siervos de confianza.
"Toma Uzziel-seito, gastalo con prudencia. Nos vemos en un par de horas."
[Aviso: 100.000 créditos añadidos]
Yo mate, tienes una beauty al lado, será mejor que aproveches de practicar your game, si sabes a lo que me refiero…
Quiero jugar… blackjack… cómo esa película Casino.
¿La de Scorsese?
Nooo, la del espía.
¿Por qué no? Uzzy, my boy…
Uzziel-san, onegai…
mmmh…
–
Los juegos corrieron así como los créditos de su bolsillo, la racha ganadora se esfumó en minutos ¿suerte de principiante?
"Parece que tuviste suficiente, dar-ing-chan." Le dije burlonamente a un más que derrotado Uzziel.
"Solo fué una mala mano…" habló débilmente un disminuido pelinegro apoyado de lleno en la mesa con una lágrima cayendo de costado.
"Qué tal si probamos… mmm… ¿La ruleta?"
Perdió.
"¡Póquer!"
Otra pérdida.
"¡¿Craps?!"
De nuevo...
"Los dados…"
Mal.
"Creo que me alcanza para unas… tragaperras…" dijo mirando los 4 dígitos que quedaban en su cuenta.
Tiro, giro, pérdida.
Tiro, giro, pérdida.
No dejaba de darme cada vez más lástima su insistencia.
"Voy a darme una vuelta por el bar ¿Quieres algo?"
Tiro, giro, pérdida.
"Dry martini, agitado no mezclado, please. Estaré por allá si me buscas…" expresó aquel fantasma de persona mientras se arrastraba a otra de las máquinas que captó su atención.
–
Una niñita de blanca cabellera se acercó dando saltitos a las máquinas donde un pelinegro rezaba sentado en un lugar apartado.
¡Goddammit! No había juego ni mujer que se me resistiera… ¡Dioses porque me han abandonado!
A todos les pasa.
¿Estos sitios estaban hechos para quitar dinero o no?
En parte si Uzzy, solo que el buen Galen era conocido por desguazarlos con su buena suerte, en la guerra y el juego solía ser el mejor.
¿Puedo tratar un poco? Sólo.. déjame un último tiro mate, no puedo soportar que la mala suerte me gane.
"Yo sé que estás ahí dear lady, concédele a este buen mozo tu gracia…" desesperadamente repetía el rubio mirando el acumulado de 215.000 con anhelo.
Tiro, giro, pérdida.
¡Mierda!
"¿Puedo jugar contigo?"
Había una niña que comía un flan a su costado derecho.
Espera, el maestro y Volundr hablaron de ella… es…
¡Tique!
"¿Nos hemos visto?" dijo la pequeña con una sonrisa, la cabeza a un costado y las mejillas con restos de comida.
"My lady, si así fuera, jamás olvidaría sus bellos ojos que absorben mi mirada." expresó cuál galán mientras se agachaba para limpiar los pómulos de la joven con un pañuelo.
Realizada la labor y guardando el pañuelo con gran destreza habló.
"Es mi último tiro pero, por favor, adelante…" dijo Galen haciendo un ademán hacia la palanca y una forzada sonrisa en el rostro.
"¿Cómo te sientes para El Sorteo?"
"Tal como en estos juegos, estoy a lo que la suerte me depare." habló con desesperanzada expresión.
"jejeje, eres gracioso."
[¡JACKPOT! Aviso: 215.400 créditos añadidos]
"¿Molestando al muchacho?" Dijo un mayordomo con rostro de doberman a la recién llegada Tique.
"Me aburre esperar quieta, Anubis…"
Una intensa presión se sintió brevemente.
El mayordomo con rostro de doberman sacó un reloj de bolsillo dorado.
"Hay que cumplir con la ritualidad, estamos casi en la hora, vamos señorita." expresó con seriedad a la señorita.
El mismo tomó a Tique cual cachorro, la que refunfuñaba haciendo una morisqueta mientras se la llevaba colgando.
"¡Nos vemos en el Sorteo Uzzy!" dijo mientras se alejaban. A su vez, Chiyo-san regresaba de su breve respiro.
El tiempo pasó y todos los presentes fueron dirigidos a un espacio especialmente preparado en un patio exterior del gigantesco casino, en él Dioses y elegidos volvieron a reunirse en gran cantidad sobre palcos que rodeaban a una gigante ruleta con detalles en oro y marfil, ante la cual un púlpito ornamentado estaba dispuesto, sobre él estaban el doberman y la niña.
Musashi, quien antaño estaba extasiado por el dinero que había hecho su discípulo tras perder parte del suyo apostando con los demás Dioses, ahora se encontraba seriamente observando el panorama frente a sí.
El mayordomo con cara de perro apagó un habano y se acercó a un micrófono para hablar.
"En esta oportunidad el Sorteo de Mundos se realizará a través de esta ruleta americana, irán pasando uno por uno a conocer su destino, tienen tres posibilidades: Portal rojo, negro y verde cuya dificultad se determina por el numero, si cae en verde se repite el tiro. Concluyendo con la explicación previa, el discurso ceremonial… (se aclara la garganta)"
Bastante antipático, cómo la primera vez.
"Dioses y Elegidos…"
"Uzziel–san, esta es la última oportunidad para vernos en quién sabe cuánto…" habló el maestro con la vista puesta al frente.
"Hoy nos encontramos en un momento único y trascendental. Cada uno de ustedes ha sido seleccionado, no por casualidad, sino por un propósito mayor que aún está por revelarse."
"Nuestros caminos se separan, fue breve pero grato, quiero que sepas que siempre llevarás contigo una parte de mi corazón y sobretodo mis enseñanzas." Musashi apoyó un brazo en uno de los hombros del joven y centró su vista en el mismo.
"En breves instantes, abandonarán esta existencia y serán transportados a un mundo lleno de maravillas y desafíos, un mundo donde sus habilidades, conocimientos y, sobre todo, su valentía, serán puestos a prueba."
"...Recuerda siempre las lecciones aprendidas, empleate a fondo y sigue adelante con mente, cuerpo y sobretodo…
"…kintamas… Propósito, disciplina y pasión…" dijo el joven con melancolía afirmando la mano sobre su hombro. Todo su ser sentía tristeza por la despedida.
… jejeje, aunque no estaré físicamente a tu lado, mis pensamientos y mi apoyo estarán contigo en cada paso que des. Que tu camino esté lleno de éxitos y aprendizajes nuevos Uzziel, vive la vida como quieras, pero sin arrepentimientos."
"...En el multiverso, la magia y la tecnología se entrelazan, las tierras están llenas de criaturas místicas, las historias de héroes y villanos cobran vida. Algunos de ustedes llevarán consigo una parte de su ser, una chispa de lo que son ahora, otros simplemente se despertará con habilidades únicas otorgadas por los Dioses. Estas habilidades no solo definirán sus nuevas vidas, sino que también serán la clave para enfrentar los retos que se avecinan.
Salgan y vivan, sirvan su propósito. Creen su leyenda."
"Gracias Sensei." el joven dió un abrazo cargado de gratitud a su maestro el cual recibió con sorpresa, antes de que se desvaneciera para aparecer en el centro junto al resto de postulantes.
"Listo, primero en pasar: ¿Mmm, Iggy de Tartarus y Caelus? ¡Dónde está ese bastardo!" vociferó enojado mirando en todas direcciones. Miró a Tique quien hizo una seña de no tener idea despreocupadamente.
Musica sonó y un hombre joven de roja cabellera y bellas facciones cayó a toda velocidad desde el cielo, frente al púlpito produciendo un sonoro impacto. Cual héroe, se alzó desde su posición con gracia, tirando una Manzana de Idunn en dirección a Tique quien la recibió con alegría y la devoró de dos bocados dando un eructo.
"Mis disculpas, a partir de este momento, el protagonista ha llegado. Mi mundo aún no sabe lo que le espera." Mientras se arreglaba su roja cabellera.
"¡Tch!"
"Típico."
"Arrogante"
Se escuchó entre la multitud mientras el sonido de flashes y algunos vitoreos resonaban.
"Cómo sea, partamos rápido que tengo un compromiso más tarde." indicó Anubis antes de chispear sus dedos.
Una gran y pesada esfera comenzó a dar vueltas: 0 verde, otra vez, 13 negro.
"Adiós." Un Portal negro apareció, unas manos negras emergieron de el y absorbieron al tipo arrogante en instantes quien se esfumó sonriendo en el repulsivo portal.
"Siguiente." habló el mayordomo.
Uno a uno dijo nombres, los referidos aparecieron frente a él, se realizó el proceso y se despacharon a los elegidos con relativa rapidez. Lo que tomó bastante.
"Marie de Afrodita." llegó a los oídos del sorprendido Uzziel, pronto una maid conocida de cortos cabellos claros y ojos dorados pálidos apareció frente al elegante can.
Pasó el portal sin mirar atrás.
Tras algunos minutos de espera, finalmente llegó el momento.
"Paliducho, al frente." ordenó mientras hacía un gesto con su dedo mientras dirigía su atención a un portapapeles.
El chico se acercó, la rueda giró y tras un par de brincos la bola cayó: 7 rojo.
Tique sonrió, con su mano lo despidió antes de que fuera engullido por el portal.