Cuando era niño me sentaba y jugaba en las escaleras del sótano.
Tenía un puñado de juguetes rotos y eso me vino muy bien.
En esas horas estaba en mi propio pequeño mundo,
Un mundo que había encontrado era sólo mío.
No dejaría que mis hermanos se unieran.
Ni siquiera lo harían si se lo hubiera pedido.
Estaba contento estando solo,
solo mientras pasaban las horas.
Subía y bajaba esas escaleras.
a lugares que sólo yo podía ver.
Mi mamá abría la puerta,
y mirando hacia abajo, me ves sólo a mí.
Pero nunca estuve del todo solo,
rodeada como siempre estuve,
con toda la gente en mi mente,
Había construido un pequeño mundo para nosotros.
Un lugar donde no se permitía el dolor.
Siempre en silencio,
a pesar de la multitud.
Un lugar donde mis matones no podían llegar,
No podían lastimarme ni molestarme...
Un lugar donde las drogas nunca podrían existir,
así que nunca tuve que lidiar con eso.
Un lugar donde nunca fui juzgado.
Donde tenía amigos.
Donde fui amado.
Esas escaleras lo eran todo.
Era cualquier lugar en el que quisiera estar.
Cualquier lugar que mi mente pudiera ver.
Y nunca tuve frío ni cicatrices.
Nunca me dejaron llorar.
Mi padre nunca se alejó.
Mi abuela todavía estaba viva.
Mi ropa nunca fue demasiado grande,
Y otros niños me amaban.
Mis juguetes estaban vivos
Mis miedos no lo fueron.
Mientras estuviera en ese lugar.
Tuve excelentes calificaciones.
Yo era bueno en matemáticas.
nunca me duché,
sólo tomó baños.
Nadie hablaba de los gruesos anteojos que tenía.
Nunca los usé, mis ojos no estaban mal.
Nunca esperé el regreso de mi papá.
Tuve suficiente concentración para aprender.
En mi mundo viví mis sueños,
Nunca tuve que coser las costuras...
Mientras estuve en esas escaleras,
Mi realidad hasta ahora se había ido.
No tuve ni un solo cuidado,
En mi mundo era donde pertenecía.
Cuando era niño me sentaba y jugaba en las escaleras del sótano.
Tuve un puñado de promesas incumplidas y eso me vino muy bien.
Porque en esas horas estaba en mi pequeño mundo,
un mundo en el que mi esperanza nunca había muerto.