—Aquí hay nueve caminos, y solo uno de ellos es el camino de la vida. Los otros ocho son caminos de la muerte. Una vez que entres, morirás sin duda. ¡Puedes elegir uno para entrar! —La voz sonó de nuevo.
Lu Ming se quedó impactado.
Nueve caminos, ocho caminos de la muerte y uno de supervivencia. Si tenía que elegir, las posibilidades de supervivencia eran solo de una en nueve.
¿Era esta una prueba de suerte?
—Señor, ¿puedo preguntar si hay alguna pista? —preguntó Lu Ming.
—Sin pistas, ¡puedes elegir! —sonó una voz.
Las cejas de Lu Ming se fruncieron aún más fuerte.
—¿Podría ser realmente una prueba de suerte? Eso es imposible. La suerte es algo que es ilusorio y nadie puede decirlo con seguridad. Dado que la persona que estableció estas formaciones quería hacer la prueba, no había forma de que fuera una prueba de suerte. Es mejor simplemente probar mi suerte —la mente de Lu Ming estaba girando rápidamente.