```
—¡Corte! —Lu Ming balanceó su espada con despreocupación y la luz de espada salió disparada como un rayo.
—¡Pffft! —La luz de espada perforó la muñeca de Yuan Chong, cortando completamente sus tendones.
—¡Ahh! —Yuan Chong aulló de dolor mientras se retiraba frenéticamente.
—¿Cómo terminó así? Solo han pasado unos diez días. ¿Cómo se volvió Lu Ming tan fuerte?! ¿Cómo? —Varios pensamientos se desbordaban en la mente de Yuan Chong.
—No, ¡me niego a aceptarlo! No puedo morir. Debo escapar e informar a la Familia Duanmu y a sus expertos, para que puedan matar a Lu Ming de una vez por todas. Luego, ¡pondré mis manos sobre Feng Wu. Todavía hay esperanza! —Varios pensamientos se desbordaban en la mente de Yuan Chong.
—Ya no te quedan oportunidades —declaró Lu Ming mientras la luz de su espada atravesaba el corazón de Yuan Chong.
Eso fue todo lo que se necesitó para poner fin definitivamente a los pensamientos de Yuan Chong.