—¡Lu Shaoqing, serás derrotado! ¡La cosecha del Segador! —Se escuchó una voz fría y desagradable. Las guadañas de los doce Segadores se movieron en un arco misterioso y extraño, lanzándose hacia Lu Ming.
Doce guadañas de dioses de la muerte se colocaron en todas las direcciones.
—Niño Oscuro, ¡tú eres quien será derrotado hoy! —Lu Ming soltó un largo aullido.
—¡Rugido! —El momento siguiente, se escuchó un atronador Rugido del Dragón. Nueve Dragones aparecieron sobre la cabeza de Lu Ming, y un vasto poder del Dragón llenó el aire.
Lu Ming se convirtió en un rayo de luz y entró en los nueve Dragones.
—¡Nueve Dragones pisoteando los cielos! —¡BOOM! ¡BOOM! —Las nueve garras del Dragón avanzaron siete veces seguidas, cada paso era más fuerte que el anterior. El vasto poder obligó directamente a los 12 dioses de la muerte a retroceder.
—¡Nueve Dragones! ¡Lu Ming! ¡Es Lu Ming! —¡Es Lu Ming! —En ese momento, se escucharon algunos gritos de incredulidad.